Zoom fatigue: qué es y cómo darte cuenta si te afecta
Las restricciones por la pandemia de la COVID-19 provocaron cambios en las rutinas de las personas. De la modalidad presencial, todo comenzó a hacerse a través de zoom, meet y skype tanto para trabajar como para hablar con sus seres queridos. Al principio lo novedoso fue una solución, pero con el tiempo comenzó a ser un problema.
Lo que es una solución a nivel comunicacional, también puede transformarse en una verdadera pesadilla como el “Zoom Fatigue”. Es decir, fatiga, cansancio extremo y ansiedad consecuencia del excesivo uso de las plataformas de conferencia. Aunque no es trastorno que afecta a todos, en las mujeres se manifiesta de una manera más notoria porque tienden a interpretar más todas las señales no verbales.
Además, por la vulnerabilidad de la propia imagen al autoestima, por lo que están muy pendientes a arreglarse y producirse, lo que genera un estrés inevitable.
Frente a esto, los especialistas que estudiaron la menta humana durante la pandemia realizaron una serie de recomendaciones. Entre ellas: limitar las videoconferencias a un máximo de 45 minutos, con intervalos de descanso. Además, sugirieron evitar el uso de varios dispositivos electrónicos al mismo tiempo.