¿Vuelve Aimar?
El volante ofensivo debe decirle al secretario técnico si acepta la oferta para volver.
En la oficina que Enzo Francescoli tiene en el Monumental hay un perchero del que cuelga una camiseta roja y azul. Es de Johor y tiene el número 10 y el apellido Aimar en la espalda. Un síntoma de que el líder de la secretaría Técnica de River tiene un contacto fluido con Pablo Aimar. En las charlas que mantuvieron en el último tiempo, Aimar le dijo a Francescoli que si se recupera como él quiere de la operación a la que se sometió hace dos semanas por un sobrehueso en un dedo del pie derecho, analizará el ofrecimiento. Y los allegados al Payasoafirman que “River es el único club en el que jugaría en Argentina”.
Aimar recién definirá entre los últimos días de julio y los primeros de agosto si acepta jugar en River. Para ello tiene que sentir que se encuentra muy bien físicamente. “No se quiere exponer a que le digan que vino a robar o que no se puede mover”, le dijo a Clarín una persona de mucha confianza del volante ofensivo.
El ofrecimiento de River no es el único que recibió. También lo pretenden Olympique de Marsella, que dirige Marcelo Bielsa, y clubes de otros cuatro países: Brasil, Chile, Estados Unidos y Australia. En River esperan confiados su respuesta porque días atrás había dicho que su “única certeza” es que seguirá jugando.
De todos modos, llegado el caso deberá superar la revisión médica que le harán. En el equipo malayo jugó sólo cuatro partidos y también venía de tener poca participación en Benfica. Por lo pronto, sus allegados afirman que “tiene muchísimas ganas de volver a jugar”. Detrás de esa búsqueda se entrena por su cuenta en Río Cuarto, su pago chico. Mientras, en el Monumental, su última camiseta cuelga de un perchero casi como un símbolo de esperanza.