[Video] Los vinos buscan altura para capear el cambio climático
Mireia Torres es la quinta generación de una familia española de bodegueros. Tras más de 150 años haciendo vino, una nueva amenaza se cierne sobre sus viñedos: el cambio climático. Una tormenta perfecta de sol, olas de calor y sequía, que empaña el futuro de más de 4.000 bodegas en España. Una industria que aporta 7.000 millones al año a la economía española.
“Cuando mi padre vio el documental de Al Gore ‘Una verdad incómoda’, realmente, quedó muy impresionado. Y, además, juntando datos que habíamos constatado, que cada vez teníamos mayor número de días con temperaturas de más de 30 grados en verano, realmente vio que teníamos un problema y que teníamos que empezar a trabajar”, cuenta Mireia Torres, propietaria de Bodegas Torres.
El fin del vino tal y como lo conocemos
Estudios recientes concluyen que un aumento de las temperaturas de entre 2,7 y 4,7 grados hará inviable el cultivo de vid en el sur de Europa y el Mediterráneo para el año 2070. La copa de tu cavernet preferido podría ser historia. El calentamiento global cambiará el vino tal y como lo conocemos.
“Algunas de las variedades que hoy son comerciales y que igual están muy bien implantadas y dan vinos de altísima calidad en algunas de las denominaciones de origen españolas, pues, a lo mejor, de aquí a finales de siglo, algunas de estas variedades ya no se van a comportar de la misma manera”, señala Mireia Torres.
Más cultivos en altura
En busca de temperaturas más suaves, la familia Torres ha escalado la montaña. Las noches más frescas del prepirineo catalán permiten a la uva alcanzar su punto perfecto de azúcar y color.
Cuando la familia Torres adquirió estos terrenos a mil metros de altura, hace 20 años, no podía imaginar que acabaría plantando vides en esta zona, pero la uva parece haberse adaptado. La cuestión es: ¿Veremos cada vez más cultivos en altura si conseguimos paliar el cambio climático?
Con casi un grado menos por cada cien metros de altitud, Xavi Ermella, responsable del viñedo San Miguel de Torres, augura que los cultivos continuarán ascendiendo, al tiempo que aumentan las temperaturas:
“En zonas bajas los viñedos, en los llanos, tienen ya problemas de golpes de calor, los vinos pierden frescura, pierden aroma, no están compensados. Es un problema que la única manera de solucionarlo será ésta, ir hacia zonas más altas”.
Recuperación de uvas tradicionales
Abajo, en el valle, los productores españoles están recuperando uvas tradicionales que fueron abandonadas hace décadas por variedades más comerciales y rentables. Viñas mejor adaptadas a las condiciones extremas que nos esperan. Estas uvas ancestrales pueden convertirse en la salvación de los viñedos españoles. Como ésta: Forcada. ¿Quien sabe? Quizá se convierta en el Chardonnay de la nueva era del cambio climático. (Euronews)