viernes, noviembre 22, 2024
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Vicentín, las causas de espionaje y el aborto, según diputada del radicalismo

La vicepresidenta del bloque de diputados del radicalismo, Carla Carrizo, aseguró hoy que la oposición tiene que salir “de la comodidad del rechazo y producir acuerdos” y llamó a la dirigencia política a reflexionar después de la pandemia por coronavirus para “terminar con la grieta”, al sostener que “es un negocio para pocos”.

Carrizo hizo referencia además, en una entrevista con Télam, a la causa por aparente espionaje ilegal durante el gobierno de Cambiemos y consideró que “la justicia debe investigar”, al advertir que “no se utiliza el Estado para competir con herramientas ilegales: no se puede competir con espías ni con causas ni jueces truchos; es un acuerdo que hay que hacer para terminar con eso”.

– Télam: ¿Cómo avanza en el Congreso la agenda de género porque hay varias comisiones que están abocadas a varios proyectos en los últimos meses?

– Carrizo: Hay que avanzar mucho más en la violencia política en el ámbito político, los dirigentes políticos somos los primeros que nos tenemos que capacitar. Tenemos que perder el miedo. Ahora hay un reparto más equitativo pero sigue habiendo exclusión de las mesas en política, el derecho a la palabra en el recinto, Las mujeres hablamos menos. La violencia se intensifica cuando las mujeres están en el poder. Igual no todos los partidos son iguales. Pasa en todos los partidos, en el ámbito empresario y el sindical. Llegamos pero cómo llegamos, tenemos poder real? Hay una desventaja competitiva aún cuando tenemos un cargo político. No hay tanta sororidad en esto, tocan a una y tocan a todas. En el Frente de Todos eso parece diferente, se pide menos permiso. Hay mucho para hacer en ese sentido en el radicalismo.

– T: ¿Como dirigente padece o padeció esta situación de desequilibrio?

– C: El radicalismo ha tenido mujeres muy potentes, Florentina Gómez Miranda, una radical fue Teresa Mercedes de Morini que fue judicializada, y a partir de ahí se implementó la parte operativa del cupo, las mujeres estaban en las listas pero en lugares no competitivos. Tenemos un desafío las mujeres radicales, a diferencia del peronismo, de hacer de la práctica, de la irrupción una bandera y cuesta esa sororidad. Las mujeres radicales tienen una agenda a animarse, a cuestionar más, a animarse para incomodar más. Tienen una agenda pendiente de la igualdad con la espontaneidad de civilizar esa marginación que tienen y a la que a veces se adaptan.

– T: ¿Qué opina de la decisión del gobierno de intervenir Vicentin?

– C: Creo que ganar una elección y gobernar con esa lógica de la imposición sin haber consultado no va. Si querían hacer una linea innovadora el mensaje y el mensajero fue equivocado. En la Argentina hay que construir futuro y veo que la dirigencia no piensa en construir país piensa en posicionamientos: la sociedad está esperando que se construya gobierno. La presidencia no es de quién la ocupa es de todos los argentinos, hay un cansancio ciudadano en ese sentido. No me gusta la antipolítica cuando está fogoneada por políticos profesionales. Si la sociedad necesita quejarse está bien, ahora que la dirigencia empiece a descalificarse me parece tremendo, es un fino hilo. No se puede denigrar a las figuras presidenciales porque de esa manera se denigra el poder de las urnas y eso es sagrado. Tenemos que empezar a poner limites.

– T: ¿Qué impresión tiene de las causas de espionaje. Cree que puede involucrar directamente al ex presidente Mauricio Macri?

– C: Me parece gravísimo que la inteligencia sea una herramienta para controlar políticos. Es como los jueces que producen causas: es una estrategia para demostrar poder, no de construcción de gobierno. Está pésimo. No importa quién gobierne. El mayor fracaso de estos años de democracia es el Poder Judicial. Por eso el acuerdo tiene que ser entre todos los partidos para producir una reforma en serio: cada gobierno que viene empieza por impulsar un proyecto de reforma pero la Justicia no se reforma y esos son los grandes acuerdos que hay que hacer, pero un solo partido no puede hacerlo.

– T: ¿Pero hay testimonios que involucran directamente a Macri en la causa de espionaje?

– C: Es difícil saberlo porque va a ser parte de una sentencia: estoy viendo que los involucrados se han transformado en querellantes y eso me parece interesante porque eso está mal. Esta herramienta no es una herramienta de competencia. Se compite con los votos, mientras tanto no tenemos programa de país. Eso ha degradado la ciudadanía y la ciudadanía penaliza estas cosas. Hay que madurar y terminar con la grieta que es un negocio para pocos y hay publico para todos. Pero esta coyuntura debería hacer reflexionar a la dirigencia para gobernar bien: no se utiliza el Estado para competir con herramientas ilegales, no se puede competir con espías, ni con causas, ni con jueces truchos.

– T: ¿Cuál es el rol en ese sentido que debe tener la oposición en este momento?

– C: Todos tienen que comprometerse. La oposición también tiene que tener otra exigencia, otra construcción si siempre tiene la fracción negativa hay que producir los acuerdos, salir de la comodidad del rechazo porque es un lugar conocido pero eso no es el rol que los argentinos necesitan que juguemos, la deslegitimación desde la política no está bien: espero que el Presidente esté abierto y convoque a la oposición. Si otro no lo hizo, alguien tiene que empezar a hacerlo. En algún momento hay que romper ese ciclo negativo. las instituciones no les pertenecen a los políticos.

– T: Usted fue una de las dirigentes del entonces oficialismo que más trabajó para que se pudiera aprobar en el Congreso la despenalización del aborto. Sin embargo, no se pudo. En este momento y con un Presidente que se mostró a favor y se comprometió a enviar el proyecto, ¿cree que podrá avanzar esta vez en la sanción del proyecto finalmente este año?

– C: Esperemos que sea este año, lo importante es cómo son los procesos sociales. Durante el gobierno de Cristina fue un tabú. Con el ciclo de Cambiemos, la sociedad impuso la agenda, se liberó el debate pero no había una decisión presidencial y con Alberto Fernández hay una decisión presidencial. Que un Presidente diga este proceso tiene que legalizarse generó una tranquilidad. Desearíamos que sea este año. Esperemos que a partir de agosto podamos recuperar cierta normalidad.

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