Vaca muerta: YPF desmintió "supuestos secretos y cláusulas abusivas" en el acuerdo con Chevron
Además, la empresa alertó sobre los intereses que están detrás de la circulación de estos rumores sobre supuestos acuerdos abusivos para favorecer a la petrolera norteamericana.
La petrolera reafirmó hoy que el acuerdo de inversión con Chevron en Vaca Muerta no contiene “ni un decreto ni una ley para favorecer” a la compañía estadounidense, y endilgó a “determinados intereses” la responsabilidad de generar sospechas sobre “supuestos secretos y cláusulas abusivas” que pueden “poner en riesgo la continuidad del proyecto y de inversiones futuras”.
En un comunicado difundido esta tarde, la compañía que dirige Miguel Galuccio destacó sobre el vínculo con el gigante petrolero que “se trata de un acuerdo comercial firmado entre dos empresas privadas y que no hay ni un decreto ni una ley para favorecer exclusivamente a Chevron”.
Por el contrario, la petrolera nacional aseveró que “todas las normas sancionadas son para favorecer a la Argentina y asegurar a los inversores que el país puede ofrecer condiciones competitivas para producir petróleo y gas”.
De esta manera, YPF salió al cruce del artículo publicado el sábado por el diario La Nación en el que se afirmó que la petrolera estadounidense “condicionó la firma del acuerdo con YPF para invertir en el yacimiento Vaca Muerta a la reforma de leyes federales y provinciales, y a la aprobación de nuevas normas”.
En su comunicado de hoy, la empresa entendió que el éxito del proyecto “parece incomodar a determinados intereses que buscan generar sospechas sobre supuestos secretos y cláusulas abusivas, tratando de sembrar incertidumbre a potenciales inversores”, insistió la petrolera.
En ese sentido, planteó que “no hay dudas que situaciones como esta, en dónde se violan los más elementales resguardos de la información, ponen en peligro no solo la continuidad del propio proyecto, sino de inversiones futuras”.
Al afirmar que “Vaca Muerta hoy no es una promesa” la compañía detalló que YPF y Chevron invirtieron 2.500 millones de dólares en el proyecto, que el yacimiento alcanzó una producción promedio de 31.900 barriles de petróleo equivalentes diarios, con un total de casi 270 pozos perforados y más de 10.000 puestos de trabajos entre directos e indirectos.
“Estos resultados ubican al proyecto como el segundo yacimiento con más producción del país y el primero del mundo fuera de los Estados Unidos en no convencional”, afirmó el comunicado de YPF.
La petrolera de la cual el Estado argentino posee el 51% de su paquete accionario informó los aspectos materiales del Acuerdo en los Hechos Relevantes del 16 de julio, 28 y 29 de agosto y 10 de diciembre de 2013 y 10 de abril de 2014.
Además, hizo lo propio con los Estados Contables auditados que fueron presentados ante la Comisión Nacional de Valores y la Bolsa de Comercio de Buenos Aires; y el informe anual (20F) que fue informado a la SEC de Nueva York.
La empresa afirmó que YPF es una Sociedad Anónima, según el artículo 15 de la Ley 26.741, y como tal “cumplió con todas las obligaciones que surgen de la Ley de Sociedades Comerciales, por ser una empresa que cotiza en la Bolsa de Buenos Aires y en la de Nueva York”.
“La justicia competente rechazó en dos instancias el pedido tendiente a acceder al contrato celebrado entre YPF y Chevron”, expresó el comunicado en sus párrafos finales.
En dicha oportunidad, se reconoció que “YPF debe recibir el tratamiento de una sociedad anónima regida por el capítulo II, Sección V de la ley 19.550, no encontrándose alcanzada por el régimen de acceso a la información pública”, decisiones que reafirman que “todo lo actuado por YPF se encuentra dentro de la legalidad”.