Una úlcera ‘comecarne’ disolvía la pierna de un hombre y no se dio cuenta durante medio año
Un australiano ha padecido la infección de una bacteria ‘comecarne’ durante al menos 8 meses y ni se dio cuenta hasta que le salió una úlcera en la piel de un tobillo.
Se infectó estando de vacaciones en una de las playas de la península de Mornington, en el estado australiano de Victoria, que se encuentra a corta distancia de Melbourne y es un destino turístico popular.
Medio año después del viaje, el hombre, identificado como Alex, encontró en su piel una marca que parecía un pinchazo de algún insecto y solo acudió al médico cuando comenzó a rezumarse, y poco después se convirtió en una úlcera.
Una prueba específica demostró que los tejidos del paciente estaban siendo consumidos por la bacteria de la úlcera de Buruli (Mycobacterium ulcerans), que también se conoce como la úlcera ‘comecarne’.
Esta infección permanece latente de dos a nueve meses entre la exposición y la aparición de los síntomas. En el caso de Alex, aunque “su herida parecía asquerosamente horrible y terriblemente dolorosa”, no sentía dolor, solo cuando se rascaba la pierna y “luego comenzó a doler un poco después de los antibióticos, un dolor distante e irregular”, ha compartido con Science Alert.
Según el especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Melbourne, Daniel O’Brien, eso se debe a que la bacteria produce una toxina que no solo disuelve la carne, sino que también adormece el dolor. No obstante, en etapas posteriores los pacientes sufren de dolores extremos y sin una intervención médica oportuna los afectados pueden necesitar de una cirugía para extirpar piel o incluso sufrir amputaciones.
“No estamos seguros de cómo las personas contraen esta enfermedad exactamente”, ha indicado el virólogo de la Organización de Estudios Científicos e Industriales de la Mancomunidad (CSIRO, por sus siglas en inglés), Kim Blasdell. “Sin embargo, un estudio reciente ha sugerido que si la bacteria termina en la superficie de la piel de alguien… quien luego sufre una lesión punzante como la picadura de un mosquito o un pinchazo de la espina, entonces la infección puede desarrollarse en este sitio”, ha explicado.
Además, la bacteria de la úlcera de Buruli se detectó tanto en el suelo como en el agua. También se ha encontrado en una variedad de especies de mamíferos, como zarigüeyas, y en insectos, como mosquitos acuáticos.
Hasta el momento, la infección se ha registrado en 33 países, según los datos de la Organización Mundial de la Salud, que determina esta dolencia como una “enfermedad tropical desatendida”. Según su mapa elaborado en el 2015, la mayoría de los puntos calientes infecciosos se encuentran en los trópicos, sobre todo en las zonas africanas rurales con poco acceso a la atención médica.
No obstante, los casos más recientes, como el de Alex, evidencian que el área de extensión de la úlcera ‘comecarne’ se amplía a zonas más templadas, como la península de Mornington. Además, según Blasdell, la úlcera de Buruli se ha detectado en otras regiones templadas, como Japón. (RT)