Una niña que murió en La Matanza sufrió pancreatitis y tenía quemaduras: liberaron a su madre y al padrastro
La niña de tres años que murió al ingresar a un centro de salud del partido bonaerense de La Matanza falleció debido a una pancreatitis por haber sufrido quemaduras en el 35 por ciento del cuerpo hace un mes, por lo que su madre y su padrastro fueron liberados al descartarse, por ahora, que se trató de un homicidio, informaron fueron judiciales.
Así lo reveló esta tarde la autopsia al cuerpo de Sofía Sosa (3), aunque los peritos aún deben determinar si las mencionadas quemaduras fueron provocadas intencionalmente.
A su vez, los pesquisas continuarán investigando si la madre, Angélica Venturino (27), y el padrastro, Julio Gersomino (23); incurrieron en el delito de “abandono de persona” o en algún tipo de negligencia que derivó en la muerte de Sofía el martes pasado.
Voceros judiciales explicaron a Télam que el informe preliminar de la autopsia arrojó que la menor “murió producto de una pancreatitis a consecuencia de tener el cuerpo quemado en un 35 por ciento”.
Asimismo, se estableció que las quemaduras datan de hace un mes aproximadamente.
Por este motivo, el fiscal Juan Pablo Tahtagian, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Homicidios del Departamento Judicial de La Matanza, ordenó liberar la madre y al padrastro de la nena.
Venturino y Gersomino estaban aprehendidos desde el día de la muerte de la niña y ayer fueron indagados por el fiscal Tahtagian, quien les había imputado el delito de “homicidio agravado por el vínculo”.
El hecho comenzó a ser investigado el martes a la mañana cuando la pareja acudió a la Unidad Sanitaria Doctor Ramón Carrillo de la localidad bonaerense de Ciudad Evita, con la niña en grave estado aparentemente por un fuerte golpe en la cabeza, y afirmó que había sufrido una caída de su cama cuando jugaba con su perro.
A poco de ingresar al centro de salud, Sofía falleció, mientras que los médicos que la atendieron constataron que tenía quemaduras en su cuerpo de vieja data, distintos hematomas y arrancado parte de su cuero cabelludo.
Por este motivo se dio intervención policial y, al declarar ante los efectivos, Venturino y Gersomino incurrieron en contradicciones en cuanto al horario y al modo en que sufrió el golpe la niña.
A raíz de ello, el fiscal Tahtagian ordenó la aprehensión de ambos, mientras que vecinos y familiares de la joven manifestaron que tanto ella como la niña sufrían violencia y malos tratos constantes por parte de Gersomino.
Fuentes judiciales informaron que sin embargo ninguno de los imputados tenía antecedentes penales ni denuncias por violencia de género o familiar.
Asimismo, se allanó el domicilio de la pareja, ubicado en el monoblock 27 del barrio Villegas de Ciudad Evita, y se encontraron manchas de sangre sobre una cama.