Una gendarme denunció que un superior quiso violarla
Una gendarme sanjuanina de 22 años denunció que el 8 de marzo, en el que se conmemora el Día Internacional de la Mujer, un superior con rango de sargento intentó violarla en el Escuadrón.
La joven dijo que luego de regalarle una flor, darle un beso en cada mejilla y felicitarla por el Día de la Mujer, un superior con el rango de sargento se le tiró encima para abusarla sexualmente.
La uniformada señaló que ella descansaba en una cama inflable vestida, solo se había sacado sus borceguíes, cuando el denunciado entró, cerró la puerta y la trabó con una silla.
Luego se le acercó, le dio la flor, la felicitó y se retiró a su cama. Pero instantes después volvió, se le tiró encima, le sujetó los brazos y le dio besos mientras insistía en que dejara pasar las cosas a otro nivel, indicaron las fuentes al Diario de Cuyo.
Ella forcejeó y evitó el acecho de ese superior que también debía descansar en el mismo lugar y se lo sacó de encima, pero desde ese momento no pudo pegar un ojo.
Según la denuncia, todo pasó en la madrugada de aquel día, cuando a ambos les tocaba descansar en el casino del Escuadrón Núcleo de la Fuerza situado en Marquesado, en el departamento Rivadavia, al oeste de la ciudad de San Juan.
En su reclamo de justicia, la joven habría dicho que se animó a denunciar a pesar del miedo y la angustia de perder el trabajo, pues cuando les comentó el hecho a sus compañeras éstas le dijeron que no era la primera vez que pasaba algo así en la institución ya que generalmente no recibían apoyo de sus superiores.
En este caso, la joven le habría comentado de la desagradable situación que atravesó a uno de sus jefes, precisaron los voceros.
La denuncia de la uniformada recayó en la Comisaría de la Mujer y desde allí le dieron intervención al juez de Instrucción en turno Benedicto Correa.
Pero este magistrado habría decidido pasar el caso a la Justicia federal, por entender que al ocurrir el hecho en un edificio nacional no tiene competencia, señalaron.
Si el juez federal no resiste y acepta el expediente, será él quien determine cuáles son los pasos del procedimiento a seguir.
Esos pasos incluyen el secuestro evidencias, testigos y otras pruebas para saber si el sargento debe o no ser imputado por algún delito.
Mientras un juez no determine si hay o no elementos para imputar al sargento algún delito, el uniformado mantendrá su estado de inocencia. Y esa situación sólo podrá romperse con una condena firme en su contra.