Una anomalía ayuda a descubrir un buque del siglo XVI con una valiosa carga
Un grupo de rescatistas que estaba buscando contenedores de acero en el fondo del mar del Norte, que se habían caído el pasado mes de enero del buque MSC Zoe durante una tormenta, han descubierto accidentalmente un navío holandés de 500 años naufragado.
Según el portal Live Science, la embarcación fue detectada al norte de la isla de Terschelling (Países Bajos) gracias a una anomalía de sonar. Los especialistas pensaron que se trataba de uno de los contenedores y bajaron un enganche mecánico.
Sin embargo, lo que hallaron fue maderas de un naufragio del siglo XVI y casi cinco toneladas de placas de cobre.
Las maderas del buque naufragado mostraron que este era de 30 metros de largo y fue construido en la década de 1540, cuando el método medieval neerlandés de construcción de cascos de buques, conocido como casco trincado, fue reemplazado por uno más avanzado.
Los investigadores estiman que la embarcación se dirigía del mar Báltico a Amberes cuando naufragó, y que su carga podría representar uno de los primeros usos del cobre para la fabricación de monedas en Europa.
Martijn Manders, jefe del programa internacional en arqueología marítima para la Agencia Estatal del Patrimonio Cultural de los Países Bajos, señaló al medio que podría tratarse del naufragio más antiguo descubierto hasta la fecha en las aguas neerlandesas del mar del Norte. Este verano, los arqueólogos marinos planean realizar sus primeras inmersiones hasta el buque.