viernes, noviembre 22, 2024
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“Un policía me orinó arriba para que la corriente me diera más fuerte”

Un testigo relató hoy que fue varias veces picaneado y golpeado en una comisaría antes de ser trasladado en 1976 al centro clandestino de detención “La Escuelita”, al declarar en el nuevo juicio que se realiza en Bahía Blanca por crímenes de lesa humanidad cometidos en jurisdicción del V Cuerpo del Ejército.

“Fui detenido en una obra del llamado Barrio Mapuche. Estaba haciendo un zanjeo y un día aparecieron el Ejército, la policía y la marina”, contó Emilio Dacosta Acevedo, un obrero de la construcción oriundo de Chile, en su exposición ante el Tribunal Oral Federal (TOF) de Bahía Blanca.

El albañil explicó que residía en el barrio “17 de Agosto” de Bahía Blanca, donde colaboraba en una sociedad de fomento con estudiantes que militaban en la Juventud Peronista, entre los que mencionó a “Alejandro Mónaco, Manuel Tarchitzky, Zulma Matzkin, Zulma (Izurieta), a quien decían ‘la vasca’, gente buena y que estaba con los chicos, les daba un té con leche un domingo, les llevaban juegos didácticos”. El día de la detención, “estábamos (en la zanja) a tres metros de profundidad y nos sacaron con otro compañero fui esposado y me llevaron a la (comisaría) primera“, el lugar donde lo golpearon y torturaron con picana eléctrica.

El testimonio de Dacosta Acevedo se inscribe en la causa 930, con 35 imputados por delitos cometidos en perjuicio de 103 víctimas, incluidas asociación ilícita, homicidio, tormentos, secuestros y sustracción de menores, hechos calificados como crímenes de lesa humanidad y genocidio en la elevación a juicio.

El testigo señaló que en la citada comisaría “había un montón de policías pegándome con los palos, fui directamente masacrado, esa es la palabra, golpeado y con una rotura en la cabeza”, en interrogatorios sobre los jóvenes militantes peronistas y en los que también le preguntaban por “armas”.

“En un momento faltó agua para tirarme, vino un policía y me orinó arriba para que la corriente me diera más fuerte”, dijo luego de describir cómo lo interrogaban con aplicación de torturas: “me metieron la picana, me devolvieron al calabozo, me tuvieron tres días más y me sacaban preguntando por estos chicos”.

El testigo relató que desde la mencionada repartición policial lo trasladaron a un lugar en el que al llegar escuchó el “ruido de una cadena de una tranquera” y que en ese momento “no sabía donde estaba”.

“Después supe que era ‘La Escuelita’ donde me habían llevado”, añadió el testigo en su relato testimonial, en referencia al centro clandestino de detención que funcionó en el ámbito del V Cuerpo del Ejército, con sede en Bahía Blanca.

El hombre describió el lugar; dijo que en los interrogatorios buscaban la misma información que en la comisaría y que fue sometido a un simulacro de fusilamiento la tercera semana, tras ser trasladado en un vehículo a otro lugar cercano, que también describió, aunque parcialmente.

Finalmente, lo sacaron de “La Escuelita” y lo dejaron “en el barrio parque Palihue, a la entrada del club de Golf. Contó que luego volvió a su barrio obrero donde “nadie quería hablar, era trabajar y vivir su vida porque en esa época había muchos operativos militares”. (Agencia Télam)

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