viernes, noviembre 22, 2024
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Un nene de 3 años tomó destapa cañerías de una botella de gaseosa y sufrió graves lesiones

 

“Mantener fuera del alcance de los niños”, dicen los envases de productos que pueden representar un peligro para los más pequeños. En esta caso, la mamá de este pequeño cuya identidad queda en reserva, siguió la recomendación poniendo el destapa cañerías en una alacena superior. Sin embargo, los pediatras coinciden en que el trabajo de un chico de entre 1 y 4 años es explorar y descubrir cómo funciona el mundo. Tal vez por eso, el nene decidió abrir los cajones del mueble de cocina, usarlos como escalera, y llegar a ese producto que estaba envasado en una botella de gaseosa cola.

Apenas bastó un trago para que se diera cuenta que no era el sabor que esperaba pero fue suficiente para causar un daño que pudo ser terrible. “Apenas llegó a la guardia se le realizaron exámenes de laboratorio, radiografía torácica y abdominal y electrocardiograma”, dice el médico pediatra y gastroenterólogo infantil Julián Martín Fernández (MN 121.232).

“Se programó una videoendoscopia digestiva alta a las 12 horas del episodio, mediante la cual confirmamos que había lesiones en el esofágo”, detalla el especialista que ejerce en la primera y única guardia activa de Endoscopia Pediátrica Digestiva del país, fundada por el reconocido y recientemente fallecido, doctor Ricardo Reynoso, en el Hospital Posadas. Este estudio es clave ya que hasta un 20 por ciento de los niños no presentan síntomas y tampoco evidencian lesiones. Sin embargo, esta situación no significa que estén libres de daños gastrointestinales que sí son visibles mediante endoscopia.

En la experiencia del Servicio de Gastroenterología Pediátrica del Hospital Nacional Posadas, siete de cada diez chicos afectados por consumo accidental de elementos de limpieza son menores de tres años. Los productos más frecuentes implicados suelen ser desengrasantes, destapacañerías, limpiahornos y quitasarros, entre otros. “Todos estos limpiadores deben ser guardados bajo llave y muy lejos del alcance de los niños. Como en este caso, ellos pueden acceder a lugares altos usando sillas u otros objetos con este propósito”, advierte Fernández, que también es gastroenterólogo del Hospital Materno Infantil de Tigre, Florencio Escardo. “Nunca guardarlos en envases de bebidas y tener especial cuidado al visitar otros hogares“, finaliza.

(TN)

 

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