jueves, noviembre 21, 2024
Sociedad

Un informe de UNICEF destaca la prevalencia global de discapacidades del desarrollo en niños y jóvenes

Un nuevo informe publicado hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF destaca la prevalencia global de discapacidades del desarrollo entre niños y jóvenes, arrojando luz sobre la acción urgente y necesaria de abordar las disparidades en su acceso a la atención médica, los resultados de salud y la exposición a determinantes sociales como la pobreza.

El informe estima que, en 2019, 317 millones de niños y jóvenes se vieron afectados por condiciones de salud que contribuyeron a una discapacidad del desarrollo. Muchos de ellos sufren estigmatización, prejuicios y exclusión social. También encuentran barreras para acceder a la atención médica y experimentan una peor calidad de atención en comparación con sus pares.

“La visión de no dejar a nadie atrás solo puede lograrse si las aspiraciones y necesidades de los niños y jóvenes con discapacidades del desarrollo pasan de los márgenes a la corriente principal de nuestro trabajo de promoción de la salud y el bienestar de los niños en todo el mundo”, afirma el director Asociado de Salud de UNICEF, el doctor Luwei Pearson.

Por su parte, la directora de Salud Mental y Uso de Sustancias de la OMS, Dévora Kestel, señala que los niños y jóvenes con discapacidades del desarrollo experimentan enormes disparidades que incluyen desde peores resultados de salud hasta exclusión social.

“Al fortalecer las intervenciones para apoyar a los niños y jóvenes con discapacidades del desarrollo dentro de esfuerzos más amplios para impulsar la cobertura sanitaria universal y promover entornos de crianza inclusivos, podemos garantizar que tener acceso a los recursos y servicios que necesitan para vivir una vida sana”, asegura Kestel.

Los niños y jóvenes con discapacidades del desarrollo tienen condiciones de salud subyacentes que afectan al sistema nervioso en desarrollo y causan deficiencias en el funcionamiento motor, cognitivo, del lenguaje, conductual y/o sensorial y discapacidades asociadas. En interacción con diversas barreras y factores contextuales, estas deficiencias pueden obstaculizar la participación plena y efectiva de un niño en la sociedad en igualdad de condiciones con los demás.

Las condiciones de salud subyacentes que contribuyen a las discapacidades del desarrollo incluyen el autismo, los trastornos del desarrollo intelectual, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad y muchos otros trastornos del desarrollo neurológico enumerados en la Clasificación Internacional de Enfermedades, 11ª Revisión (CIE-11) y también un grupo mucho más amplio de enfermedades congénitas como el síndrome de Down o afecciones adquiridas al nacer como la parálisis cerebral o durante la infancia.

Más desigualdades en materia de salud

La evidencia muestra que los niños con discapacidades del desarrollo experimentan peor salud y mayor riesgo de mortalidad prematura que sus pares. Las causas subyacentes y evitables más comunes de muerte en niños y jóvenes con discapacidades del desarrollo incluyen epilepsia, asfixia, infecciones respiratorias y lesiones.

Las disparidades en la salud también se extienden hasta la edad adulta, aumentando los riesgos de enfermedades como diabetes, enfermedades cardíacas, obesidad, enfermedades respiratorias y problemas de salud mental.

Las personas con discapacidades del desarrollo tienen necesidades de atención médica insatisfechas debido a sistemas de atención médica fragmentados y con fondos insuficientes. Por ello, los niños y jóvenes con discapacidades del desarrollo a menudo experimentan problemas de salud que no se detectan ni se tratan, obstaculizados por diagnósticos retrasados, largas listas de espera y la falta de elegibilidad para recibir servicios de atención. La falta de información, el estigma y la comprensión limitada de las discapacidades del desarrollo también actúan como barreras para acceder a la atención médica.

Las barreras físicas y de actitud y la falta de capacitación contribuyen aún más a una atención sanitaria inequitativa para estos niños. La calidad de la atención varía ampliamente ya que los niños con discapacidades del desarrollo experimentan más daños prevenibles y una peor calidad de la atención durante las estadías en el hospital.

Posibles marcos de acción ante esta situación

Este informe también establece un marco concreto de acción necesario para acelerar los cambios en las políticas y sistemas para mejorar la salud, el desarrollo, el bienestar y la participación de los niños con discapacidades del desarrollo.

Entre las acciones marcadas destacan: fortalecer los mecanismos de coordinación y rendición de cuentas para mejorar la atención; promover la participación en la promoción, el liderazgo, las políticas, la programación y el seguimiento; abordar los determinantes sociales de la salud, el bienestar y la participación en las políticas, la programación y la financiación; así como abordar la estigmatización y fomentar entornos propicios e inclusivos.

También avanzar en la formulación de políticas multisectoriales para abordar las desigualdades en la atención sanitaria; prestar servicios para una atención inclusiva y centrada en las personas basada en la evidencia; informar, empoderar y apoyar a los cuidadores; mejorar los datos y la investigación; y, desarrollar planes y protocolos inclusivos para la preparación y respuesta a emergencias sanitarias.

Este informe global es una llamada a la acción para acelerar los cambios a nivel individual, familiar, comunitario y social para lograr la inclusión y la equidad en salud. Argumenta la necesidad de una mayor inversión para construir sistemas de atención multisectoriales receptivos para niños y jóvenes con discapacidades del desarrollo. (Europa Press)

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