jueves, noviembre 21, 2024
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Traición en la cárcel: la principal hipótesis del crimen de un líder narco al que le dieron 36 puñaladas

En una celda, rodeado de gente de su confianza, Ariel “Tubi” Segovia (29) recibió 36 puñaladas en solo 35 segundos. Casi todas fueron por encima del tórax, mayormente en la cara y en el cuello.

Ese fue el trágico final de uno de los líderes de la banda narco conocida como Los Camino, protagonista de la sangrienta disputa por el territorio sur de la ciudad de Rosario, enfrentada a sangre y fuego con Los Funes. Una guerra que se transformó en una espiral de asesinatos y venganzas, y que ya supera los 30 homicidios en lo que va del año.

A “Tubi”, sin embargo, le tocó morir a manos de su propia tribu. Así lo creen quienes investigan el ataque ocurrido hace dos semanas en la cárcel de Coronda, el penal que había elegido Segovia cuando pidió su traslado porque había allí “gente de confianza”.

Cuatro hombres jóvenes fueron imputados este lunes en la Justicia de Santa Fe por el crimen del sicario rosarino. Enrique Benaventos, Kevin Javier Duarte, Pablo Nicolás Caminos y Juan Manuel Almada fueron acusados en coautoría del delito de homicidio doloso, triplemente calificado por ensañamiento, alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas.

Almada es primo de Alexis Camino, hijo del ex líder de la barra brava de Newell’s, Roberto “Pimpi” Camino. Tras el asesinato de su padre, Alexis tomó el mando del clan. Pero fue detenido por el crimen de Mariela Miranda y el intento de asesinato de uno de sus hijos, Ulises Funes. Lo curioso es que Segovia y los Camino eran aliados en la disputa contra los Funes. Por eso se habla de una posible traición. 

Todos los imputados eran integrantes del Pabellón 8, donde estaba alojado Segovia junto a otros conocidos suyos.

Uno de los acusados por el asesinato de Tubi Segovia
Uno de los acusados por el asesinato de Tubi Segovia

La imputación la formalizó ayer el fiscal del departamento San Jerónimo, Marcelo Nessier, quien sostuvo que ese día, cuatro internos, dos encapuchados y dos a cara descubierta, ingresaron a la celda N° 27 de la planta alta donde se encontraba Segovia.

Llevaban consigo dos cables y tres cuchillos –uno de ellos un Tramontina de 13 cm de hoja–. Con esas armas le asestaron a Segovia prácticamente un corte por segundo.

Si bien no hay imágenes precisas del ataque, existen grabaciones de las cámaras de la planta alta y baja de la zona del pabellón, las cuales permitieron establecer cómo fue una parte de la mecánica empleada para cometer el asesinato de Segovia. Al analizar lo registrado por la cámara del pabellón 8 Sur, los investigadores detectaron que “en una diferencia de 35 segundos ingresan los cuatro imputados a la celda”.

La autopsia determinó que el cadáver tenía 36 heridas cortantes y punzocortantes de las cuales “el 80% fueron de las tetillas para arriba, en la cara y cuello”. Los cables, señaló el fiscal, fueron encontrados “alrededor del cuello” de la víctima, por lo que se presume que fue asfixiado.

“Se pudo encontrar unos surcos en el cuello”, lo que podría indicar que “uno de ellos lo estaría estrangulando mientras los otros tres le propinaban puñaladas”.

El preso fue hallado muerto a las 16:25, cuando personal del Servicio Penitenciario ingresó al pabellón por un principio de incendio.

El frente de la cárcel de Coronda
El frente de la cárcel de Coronda

El fiscal de Coronda fue consultado sobre la hipótesis de la “traición”, a lo que respondió: “Son suposiciones que podemos hacer. El mismo Segovia, tres semanas antes, había solicitado el traslado a ese pabellón porque creía estar resguardado con su misma gente”.

También explicó que “es un pabellón donde hay personas imputadas vinculadas a la barra brava de Newell’s Old Boys” de Rosario, entre ellos “el hijo del fallecido ‘Pimpi’ Caminos y algunos parientes de él”.

Segovia fue detenido en octubre de 2016 cuando ingresó con dos heridas de arma de fuego al hospital de Emergencias de Rosario, donde brindó otra identidad.

Sin embargo, fue reconocido por efectivos de la Policía de Investigaciones y más tarde quedó imputado como instigador de dos homicidios, como encubridor de un tercero y coautor de un cuarto.

“Tubi” es considerado un ladero de Alexis Camino (19), hijo del asesinado ex jefe de la barra brava de Newell’s Old Boys Roberto “Pimpi” Camino (37).

Según fuentes policiales, los Camino manejan el narcomenudeo en tres barrios de la zona sur de Rosario, donde compiten por ese negocio con la familia Funes, con la que mantienen un encono letal.

Ambas protagonizan desde hace un lustro una escalada de asesinatos que en este año alcanzó un punto de máxima tensión con el crimen de la hermana de Segovia y los asesinatos de los hermanos Ulises Funes (23), el 7 de enero, y Jonathan Funes (28), el 5 de febrero.

El último se produjo cuando la víctima, que conducía un Audi A3, fue embocado a la salida de la cárcel santafesina de Piñero tras visitar a otros dos de sus hermanos, Alan (19) y Lautaro Funes (22).

Fuente: Infobae

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