Tevez y Messi: la cumbre más esperada en la práctica de la selección
En la previa de los amistosos ante Croacia y Portugal, el seleccionado argentino comenzó con la serie de entrenamientos. La Pulga y el Apache se llevaron todas las miradas.
El seleccionado argentino realizó esta tarde en Londres su primer entrenamiento de cara al amistoso del miércoles próximo frente a Croacia con la presencia de Carlos Tevez, en un regreso de carácter ´refundacional´ para este seleccionado argentino subcampeón del mundo, que está estrenando un nuevo proyecto en la era post Alejandro Sabella.
Lejos de la pelota en esta primera práctica de apenas 40 minutos, que fue sólo regenerativa para todos aquellos futbolistas que actuaron en la víspera, como por ejemplo el propio Tevez y su compañero de equipo en la Juventus italiana, el ex River Plate Roberto Pereyra, y con algo más de intensidad en lo fìsico para los que jugaron el sábado, tal el caso del capitán Lionel Messi, estos últimos a las órdenes del profesor Elvio Paolorroso.
La redonda quedó de lado en el flamante Centro Deportivo de West Ham, donde se desarrolló este entrenamiento leve a puertas cerradas para la prensa, algo que según los responsables de la delegación se debió a que el club en el que debutaron en el fútbol europeo el ‘Apache’ y Javier Mascherano todavía no mostró las nuevas instalaciones a la televisión, y no quiere hacerlo con futbolistas que no son los de esa institución.
Pero las menciones de Tevez y Messi, o Messi y Tevez, según el protagonismo que se le quiera dar a uno u otro, no son ociosas, y hoy menos que nunca, ya que empezaron una convivencia que tiene sus bemoles, aún cuando el delantero juventino haya dicho anoche, a su llegada a la capital inglesa, poco rato después de convertir un gol “de película” en la liga italiana, que la prensa “dice muchas cosas para vender”.
Claro que al decir esto el ex Boca Juniors lo hizo con un gesto propio de “Carlitos” y no de Tevez, lo que le quitó agresividad y le agregó picardía a esta declaración.
Fue casi calculada la llegada de Tevez y Messi, en ese estricto orden cronológico, a la concentración en el hotel Radisson, donde un grupúsculo de periodistas argentinos los esperaron largo rato, hasta que arribaron un par de horas antes de la medianoche.
Tevez no hizo más que bajarse del automóvil que lo condujo desde el aeropuerto de Heatrow y antes de acercarse a la puerta del hotel ya estaba hablando con los enviados argentinos. Y lo hizo sin tapujos, con notoria sinceridad, como es su costumbre, aunque las circunstancias y la enunciada tranquilidad que ahora lo habita, lo hicieron transitar por el camino de la diplomacia en el final de la charla.
“Messi es el número uno, siempre lo dije”, aclaró, tratando de aventar lo que todo el mundo dijo sobre su marginación del equipo de Sabella durante tres largos años y nadie se atrevió a desmentir con la firmeza que las circunstancias ameritaban.
“De los jugadores que no convoco, no hablo”, sostuvo siempre Sabella, cuando era interrogado respecto de su ausencia y de la falta de argumentos para justificarla, siendo que la estaba “rompiendo” en la Juventus, tanto como lo viene haciendo ahora.
“Uno sabe cuando está haciendo las cosas bien y debe ser convocado. Pero tampoco soy tan b… como para no darme cuenta que antes no era mi momento”, disparó. “Porque jugando bien, estaba jugando tan bien como ahora”, le faltó agregar.
Pero no lo hizo, obviamente que para no echarle más leña al fuego, aunque esto no quita ni evita que el foco esté puesto en lo que vaya a suceder en el día a día, sobre todo en esta gira de inéditos 10 días de duración (siempre suelen durar como máximo una semana en fechas FIFA).
Y esa atención va a transitar a toda hora por los espacios compartidos, dentro y fuera del campo de juego, con Messi en especial y con algunos otros nombres fuertes del equipo en particular, sobre todo Sergio Agüero y Gonzalo Higuain.
Es que Martino, el moderador de esta historia, aseguró no haber hablado “con nadie” para citarlo nuevamente al “Apache”, y al mismo tiempo advirtió que tiene “tres nueves” en el plantel y a él le gusta jugar “con uno solo”, lo que abre varios interrogantes respecto de como decidirá a la hora de la verdad, léase eliminatorias y Copa América de Chile 2015, por ejemplo.
La declaración casi de principios de Martino, cuyo estilo de juego propuesto es antitético al de Sabella, y el de conducción también, porque “Pachorra” siempre habló de “grupo cerrado” en los tramos previos al Mundial de Brasil, mientras que el “Tata” dijo que estaba “abierto” desde su primera conferencia de prensa como nuevo técnico del seleccionado, deja larvado varios mensajes, pero el más elocuente es el que deja en claro que hay nuevas reglas de juego.
Habrá que ver entonces como las juegan los protagonistas. Aguero, Higuain y Tevez son los “tres nueves” enunciados por Martino que pelearán por un solo lugar, y Messi será quien les tendrá que dar de comer, como se vio en la gira por China, unos metros más atrás, en su nuevo formato de enganche de toda la cancha.
Será bueno observar en este nuevo rol de “chef”, para quien “Lío” elabora los platos más sabrosos: si es un comedor popular en el que pueden servirse todos, o un restaurant de lujo con comensales selectivos.
Pero eso quedará para lo que se sirva dentro del campo de juego. En este momento, el partido más importante se está jugando fuera de la cancha, con Tevez presente y, entre todos, tratando de adaptarse a nuevas normas de convivencia. Se verá en el tiempo quien tenía razón para actuar como lo hizo: si el excluyente Sabella o el incluyente Martino.
La nostalgia es exceso de pasado y la ansiedad exceso de futuro, dicen los psicólogos. Hoy Messi y Tevez se sentaron frente a frente en las colchonetas, al efectuar ejercicios de relajación, y sonrieron. Si esa imagen es auténtica y no formal, el “Tata” estará por el buen camino, y habrá ganado su partido más importante desde que se hizo cargo del equipo argentino. Y él lo sabe. Por eso anda siempre atento a “todo” lo que lo rodea. De hecho, a la primera conferencia de prensa en Londres, “mandó” a la dupla Lucas Biglia-Cristian Ansaldi.
