¿Tengo una enfermedad o simplemente me olvido cosas?, una guía para encontrar la respuesta
La guía “¿Cómo saber si tengo dificultades con la memoria?”, elaborada por profesionales del PAMI a partir de conocimiento científico presentado en forma clara y accesible, busca que la persona mayor pueda identificar si tiene un declive cognitivo esperable o está transitando alguna patología y encontrar ideas sobre cómo actuar.
Definiciones, cuadros comparativos entre envejecimiento “normal” e indicadores de deterioro, descripciones de las diferentes patologías asociadas a la pérdida de la memoria, consejos sobre cuándo y a quién consultar o cómo prepararse para una primera entrevista, son algunos de los materiales que provee esta guía que combina saberes académicos con explicaciones sencillas.
También brinda sugerencias prácticas sobre cómo adaptar el hogar, explica qué son las directivas anticipadas (indicaciones que la persona puede dejar sobre cosas que quiere y no, por si el deterioro cognitivo progresa) y habla sobre el estigma, una de las principales barreras para la consulta.
En este sentido, Iacub señaló que “las guías permiten democratizar los saberes, volverlos más accesibles y particularmente cuando se trata de salud permite una mayor autonomía de la persona frente a lo que le está sucediendo”.
Esta práctica tiene especial relevancia en el contexto de los problemas cognitivos, ya que “durante mucho tiempo pensamos que no se podía hacer nada, que el paciente dependía exclusivamente de la familia, del médico”, sostuvo.
Una de las primeras advertencias de la guía -escrita por los especialistas Bárbara Herrmann, Fabián Triskier y Julián Bustin- es que “no todos los deterioros cognitivos van a ser progresivos” y explica además que “los más frecuentes son debido a lo que se conoce como las 4D”.
• Delirium: deterioro en las funciones cognitivas como consecuencia de una causa clínica médica.
• Depresión: enfermedad del estado de ánimo caracterizada por una marcada tristeza y/o dificultad para sentir placer.
• Deterioro cognitivo leve: no impacta de manera significativa en las actividades de la vida diaria (AVD).
• Demencia: enfermedades crónicas y progresivas en las que por la muerte de neuronas del cerebro hay un deterioro cognitivo de suficiente severidad como para interferir en el desarrollo de las actividades de la vida diaria.
Alrededor del 70% de las personas con demencia tiene enfermedad de Alzheimer, pero otros tipos de demencia menos frecuentes son la demencia vascular, la demencia mixta, la demencia por cuerpos de Lewy y la demencia frontotemporal.
“En la actualidad no sólo hay desconocimiento individual sobre la temática, lo que nos lleva a generar un montón de prejuicios, sino que no hay un dominio público demasiado claro acerca de cómo se transitan estas patologías, por lo que nos encontramos con profesionales que diagnostican alzheimer a partir de una entrevista, lo cual está mal porque un diagnóstico de este tipo puede llevar meses ya que se requieren diferentes pruebas”, describió Iacub.
Y añadió: “También hay criterios confusos como decir que alguien tiene demencia senil cuando este concepto es un descriptor demasiado general y poco indicativo”.
Finalmente, el especialista señaló que “todas las patologías asociadas a la pérdida de la memoria tienen tratamiento, no sólo medicación sino también prácticas psicológicas y sociales que pueden ayudar a que la enfermedad no avance con la misma velocidad y que se transite de una manera mucho más positiva”.
La guía puede consultarse en https://comunidad.pami.org.ar.