jueves, noviembre 21, 2024
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"También son terroristas los que desestabilizan la economía de un país a través de la especulación"

La Presidenta formuló este concepto al hablar ante la Asamblea General de la ONU, donde profundizó sobre los fondos buitre, a quienes acusó de obstruir “el cobro de quienes confiaron en Argentina”.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró que “no sólo son terroristas los que ponen bombas, sino también son terroristas económicos los que desestabilizan la economía de los países y provocan hambre, miseria y pobreza”, al tiempo que afirmó que “en épocas de buitres económicos y halcones de guerra necesitamos más palomas de la paz y respeto al derecho”.

Al hablar esta tarde ante la asamblea general de la Naciones Unidas en Nueva York, Cristina utilizó el concepto de “terroristas económicos” para referirse a los fondos buitre a quienes acusó, entre otras cosas, de amenazar, hostigar, calumniar y provocar rumores e infamas “desde lo personal hasta lo financiero” y de obstruir “el cobro de quienes confiaron en Argentina”.

El discurso de la mandataria tuvo como eje el tema de la reestructuración de deudas soberanas, algo que, según ella misma recordó, ya había sido uno de los temas principales en sus anteriores discursos ante esa tribuna, como así también en las alocuciones en el pasado del ex presidente Néstor Kirchner, desde el mismo atril.

Como lo hace cada vez que se presenta en la asamblea general de Naciones Unidas, la mandataria también se refirió a la Cuestión Malvinas, al reiterado pedido de colaboración a la república de Irán en el marco de la investigación de la causa Amia, a los conflictos internacionales vigentes, a la situación de Palestina en Naciones Unidas y la necesidad de reformar algunos organismos multilaterales como el FMI o el Consejo de Seguridad.

Para hilar todos los temas que tocó durante su discurso, lo primero que hizo la presidenta fue destacar ante la asamblea que Argentina puede ser considerada “un triple leading case” (triple caso testigo) por tener que enfrentar situaciones particulares en materia económica y financiera (fondos buitre); en terrorismo y seguridad (dos atentados) y en términos de fuerza e integración territorial (la cuestión Malvinas).

Tras esa introducción, la jefa de Estado dedicó varios párrafos a agradecer la postura de la asamblea general de Naciones Unidas que hace dos semanas apoyó, con 124 votos positivos, uno de los más recurrentes planteos argentinos referidos a la necesidad de generar un marco jurídico global para regular asuntos referidos a las deudas soberanas y poner coto al accionar de los fondos buitre.

“Celebro que esta asamblea haya tomado el toro por las astas”, dijo refiriéndose a la votación de la ONU que aprobó el 9 de septiembre la propuesta de Argentina, presentada a través del Grupo de los 77+China, en torno a un marco regulatorio internacional para la reestructuración de deudas soberanas.

Pero no se quedó en el agradecimiento. La mandataria expresó su deseo de que “entre este año y el próximo, antes de la próxima asamblea general del 2015” la ONU cuente con el nuevo instrumento que fije normas en las negociaciones de pagos de deudas soberanas.

Ese instrumento, explicó, servirá para que “ningún otro país pase lo que está pasando la Argentina, un país con capacidad de pago y que va a pagar” al que un juez local, como es Thomas Griesa, no deja cumplir con los pagos previstos. Ese tramo del discurso, que llegó luego de que la mandataria explicara una vez más el proceso de reestructuración de su deuda externa, fue uno de los más aplaudidos de la jornada.

La jefa de Estado consideró que la medida votada hace dos semanas fue un acto de “construcción de un ejercicio de multilateralismo activo y constructivo” y lo contrapuso con otros casos en los que la multilateralidad se ve afectada por viejos mecanismos como es el caso del Consejo de Seguridad donde hay 5 miembros permanentes con poder de veto de las decisiones de la mayoría.

“Gran parte de los problemas que conmueven al mundo en materia de guerra o de paz, se deben a la ausencia de una multilateralidad efectiva y democrática, sostuvo. Y agregó: “Hay que rescatar a esta asamblea soberana de la ONU, donde cada uno de los países valemos un voto y se ejerce la verdadera democracia global. Cuando esto se cumpla a rajatabla, no digo que se solucionará todo, pero creo que habrá principios de solución” para los mayores problemas del mundo.

Durante otro tramo de su discurso, la mandataria, que llegó a Nueva York acompañada, entre otros, por familiares de las víctimas del atentado a la AMIA, se enfocó en la investigación de ese ataque terroristas y en las repercusiones de la firma del memornadum de cooperación con la república Islámica de Irán, con el objetivo de obtener declaraciones de los iraníes imputados por la justicia argentina.

Tras recordar las gestiones realizadas por el ex presidente Kirchner en el marco de la investigación y referirse a las críticas que recibió por la firma del acuerdo de entendimiento con Irán, señaló: “Esta semana nos venimos a enterar de que en el emblemático hotel de Nueva York Waldorf Astoria se reunieron el jefe del Departamento de Estado con su par iraní. Nos gustaría preguntarle a los que acusaban a Irán y lo calificaban de terroristas el año pasado, qué dirán hoy”.

“Qué dirán de los que hoy conforman el ISIS (Estado Islámico) que antes eran los Freedom Fighters (luchadores de la libertad) contra el régimen de Al Assad de Siria. Este es un problema que tenemos: desde las grandes potencias se cambia con demasiada facilidad el concepto de amigo y enemigo, terrorista y no terrorista, y tenemos que definir que no podemos seguir utilizando a la política internacional o a las posiciones geopolíticas para dirimir posiciones de poder”.

Fue tras ese pasaje de su alocución que la jefa de Estado invocó las palabras del Papa Francisco por la Paz Mundial, y luego volvió a reclamar que la Asamblea de la ONU produzca el “definitivo reconocimiento de Palestina como un integrante más, pleno, de esta asamblea” lo cual “permitirá comenzar a desatar algunos de los nudos gordianos” que generan la crisis en Medio Oriente.

En ese contexto también recordó que la Argentina viene reclamando desde hace más de cien años por la soberanía de las Islas Malvinas y ante las Naciones Unidas para que el Reino Unido se siente a negociar con la Argentina en torno a esta cuestión “sin que ningún miembro del Consejo de Seguridad se preocupe por esto”.

“Mientras esto siga sucediendo, y valga más el voto de los cinco miembros permanentes del Consejo” que el de los demás miembros de la ONU, “nada se va a solucionar y sólo serán discursos que daremos acá todos los años sin que arribemos a ninguna solución”.

“Esta asamblea -exhortó- debe retomar los poderes que ha delegado en el Consejo” para lograr que efectivamente sea un cuerpo soberano en el que “cada país tenga un voto que valga” igual que el de los demás países.

“Es importante –afirmó – que reflexionemos profundamente sobre estas cuestiones y traer la certeza de que si esta asamblea de la ONU recupera su liderazgo, su mandato, ante la inobservancia por parte de muchos países de los derechos internacionales que le aplican a otros pero que ellos no cumplen, seguro que habremos contribuido fuertemente a la construcción de la paz, de la lucha contra el terrorismo y dejarle a nuestros hijos un mundo mejor”.

El discurso de la presidenta Cristina Fernámdez de Kirchner fue introducido por la embajador argentina ante las Naciones Unidas, María Cristina Pérceval, vicepresidenta de la Asamblea que se encontraba presidiendo la sesión cuando le tocó el turno a la Argentina.

El discurso fue seguido desde las gradas por una delegación que incluyó, entre otros, a funcionarios nacionales, legisladores, dirigentes representantes de la juventud; mientras que la banca argentina la ocuparon el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini; los diputados nacionales Andrés “Cuervo” Larroque y Eduardo “Wado” de Pedro; el canciller Héctor Timerman; el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, el director mundial de Scholas Occurrentes, José María del Corral.

Al terminar su discurso la mandataria se dirigió al Consejo de Seguridad donde el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ya había iniciado la sesión mientras la mandataria argentina se encontraba exponiendo ante la Asamblea General.

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