Sobreexposición a dispositivos tecnológicos a temprana edad aumenta la posibilidad de desarrollar patologías de columna
El uso abusivo de los dispositivos tecnológicos y las malas posturas al usarlos causan daños en la estructura ocasionando la aparición de actitudes de la columna, entre ellas la actitud escoliótica
Esta última consiste en una mínima incurvación de la columna que usualmente es postural, pero si persiste hasta alcanzar la etapa adulta, puede conllevar dolores y tornar más difícil su corrección.
“Los jóvenes pasan muchas horas con celulares y tablets, lo cual implica una enorme cantidad de tiempo con malas posturas. A esto también hay que sumarle el hecho de que algunos chicos sean más reticentes a realizar actividades físicas tornando más difícil la posibilidad de revertir los problemas posturales”, indicó Edgardo Agrazo, médico de Staff del Servicio de Traumatología de la Clínica Santa Isabel.
La mayoría de los casos de actitudes escolióticas son simplemente problemas posturales y pueden revertirse con un tratamiento kinesiológico.
Entre las actividades recomendadas para corregir las actitudes posturales de la columna se encuentra la natación.
“Es uno de los deportes más completos dado que trabaja sobre 2 aspectos que resultan clave para revertir los malos hábitos posturales. Por un lado, el postural con la elongación y la tonificación muscular y, por otro lado, la parte respiratoria. En aquellos chicos que tienen una actitud escoliótica el trabajo respiratorio también permite que el pulmón se expanda y crezca con las dimensiones correctas y eso produce una mejora en la posición de la columna”, recomendó Agrazo.
El traumatólogo destacó que “además de practicar natación, existe una terapia muy efectiva, conocida como Terapia de Reeducación Postural Global (RGP), que apunta a la reeducación y desarrollo de la parte respiratoria para corregir secundariamente la actitud que tiene el paciente con su columna”. En un menor porcentaje, se encuentran los casos de actitudes escolióticas que, de no ser detectados y tratados a tiempo, pueden derivar en problemas de escoliosis.
Por eso resulta tan importante la pesquisa temprana, dado que el éxito de todo tratamiento que se instituye para revertir las patologías de la columna va a depender de la detección precoz.
La escoliosis consiste en una deformidad estructural triplanar que tiene la columna vertebral en toda su extensión.
Esto significa que se da en 3 planos del espacio, tanto en el anteroposterior, en el latero- como en el horizontal. “Se produce una rotación vertebral, es decir que se va rotando el cuerpo vertebral y eso genera, en la imagen de frente, una curva que se va alejando de la línea media y que estructuralmente en el desarrollo puede ir avanzando”, manifestó Agrazo.
La escoliosis se clasifica según la edad de aparición:
– Escoliosis congénita: La persona que, desde su nacimiento y a lo largo de su desarrollo presenta una deformidad estructural.
– Escoliosis infantil: Se da en los primeros años de vida, instalada aproximadamente desde los 6 años.
– Escoliosis Juvenil: Se da entre los 6 años y la edad de adolescencia, que varía entre los 11 y 12 años.
– Escoliosis Adolescente: Es la más característica y tiene directa relación con todas las pautas del desarrollo. En la mujer se suele dar 1 año antes de la menarca, que es la fecha de la primera menstruación, hasta terminar su desarrollo que en promedio es a los 20 años. En el hombre las edades resultan más difíciles de evaluar, pero rondan aproximadamente entre los 11 y 12 años hasta los 21 años.
“La primera pesquisa debe ser realizada por los padres o por el médico pediatra al realizar el control regular. Se debe evaluar si los niños presentan desalineación de las líneas habituales, es decir observar si presentan una altura diferente de los hombros, una altura diferente las crestas ilíacas (los huesos que se encuentran arriba de la cadera), o una escápula (omóplato) ligeramente sobresalida. Y también se debe estar atento en las niñas en verano, cuando usan mayas, si tienen algún seno con una posición distinta, ya sea más alto o más bajo con respecto al otro” indicó Agrazo.
Generalmente las escoliosis infantiles, que tienen una causa congénita, presentan un desarrollo más rápido y esto hace que la anomalía sea más agresiva en el corto tiempo.
En las edades adultas resulta más complejo detectar la escoliosis porque por lo general no duele, es una enfermedad que se va instalando y va avanzando con el tiempo.
En esos casos el profesional de la salud debe observar y darle seguimiento al caso para ver en qué deriva.
Pero no se trata de una patología dolorosa, es silenciosa y es la imperfección la que determina el patrón de control y seguimiento, para detectar si se trata de esta patología.
Fuera de lo que es la revisión médica y el control a través de los padres, en los niños, no hay otra manera de detectar este tipo de patologías.
Quizás si hay antecedentes familiares puede ser un pre aviso.
En los adultos en cambio, suele alertar el dolor y esto hace que su detección sea más fácil. (Noticias Argentinas)