Siguen los allanamientos en más de 60 propiedades de Báez
Los operativos en Santa Cruz incluyen los 48 inmuebles ya identificados y otros que aparecieron ayer. El juez estima que tardarán “varias semanas”.
A medida que pasan las horas, las propiedades por allanar son cada vez más. A las 48 iniciales, se sumaron, sólo ayer, al menos otras 16 que resultaron ser de Lázaro Báez , su familia o sus empresas. Por eso, la Justicia calcula que los operativos ordenados en Santa Cruz para recuperar el presunto dinero lavado van a durar no menos de un mes.
“Varias semanas”, dijo ayer el juez de la causa, Sebastián Casanello , a LA NACION. “La cantidad de bienes es grande y las distancias en Santa Cruz también lo son”, explicó. “Además, no sólo se van a secuestrar bienes -agregó-; también se va a hacer la tasación de cada uno de los inmuebles.”
El fiscal del caso, Guillermo Marijuan, viajó ayer, de madrugada, con destino a Río Gallegos para dirigir los allanamientos. Así se lo había pedido anteayer Casanello. Marijuan se reunió cerca del mediodía con el juez local, Federico Calvete -que es juez titular en Ushuaia y subroga en Santa Cruz-, y empezaron juntos el proceso de rastreo de los inmuebles por allanar.
Casanello, en la resolución que disponía los operativos, había identificado 48, pero sólo con los datos catastrales. Por eso, ayer, en Santa Cruz, el juzgado local y el fiscal dedicaron varias horas a la tarea de ubicar cada uno. De esos 48, 24 son de Calafate, 16 de Río Gallegos y los otros ocho están repartidos entre las localidades de 28 de noviembre, Río Turbio, El Chaltén y Laguna del Desierto.
En aquella orden de anteayer, el juez pidió prestar “especial atención” a dos de las fincas que dispuso que se allanaran: Cruz Aike y La Julia. Según la declaración del presunto arrepentido de esta causa, Leonardo Fariña, en esas estancias Báez escondía dinero.
Eso surge de un manuscrito redactado por Fariña, que su abogada defensora presentó en la causa el miércoles de la semana pasada. De acuerdo con ese papel, en una de esas fincas había cocheras que funcionaban como bóvedas y en la otra, un quincho mucho más custodiado que la casa principal, rodeado a toda hora por hombres armados.
Pero Casanello no sólo pidió allanar estos 48 bienes que tenía identificados en la causa como de Lázaro y Martín Báez; también ordenó allanar toda otra “estancia o inmueble ubicado en la provincia de Santa Cruz que resulte de propiedad de Lázaro Antonio Báez, Martín Antonio Báez, su entorno familiar y/o las empresas a ellos vinculadas”.
Ayer por la tarde ya habían aparecido 16 inmuebles más, que se sumarán a los 48 destinados a ser allanados. Una de las primeras propiedades sospechadas de esconder fondos que ayer detectó Marijuan fue un galpón donde Báez guardaba autos de alta gama.
El fiscal ordenó que el lugar quedara bajo custodia y pidió a Buenos Aires, al juzgado de Casanello, una orden para allanarlo. Horas más tarde, entraba en el galpón.
A Marijuan le espera una larga semana de trabajo en Santa Cruz. Cuando Casanello ordenó los allanamientos, dispuso que se hicieran “con habilitación de días y horas inhábiles”; esto es, con horario corrido, más allá de la jornada judicial. El objetivo es buscar bienes: hacer un inventario y secuestrar el dinero que se encuentre, así como todos los objetos registrables, suntuosos o de lujo y los demás valores que pudiera haber en los inmuebles. La Justicia va a llevarse todo.
Además, deberá tasarse cada uno de los inmuebles. Para eso, el juez pidió que la AFIP colaborara con Marijuan y enviara a Santa Cruz expertos tasadores. Con semejante tarea por delante, serán operativos enormes.
La idea es “recuperar los activos” que, según la sospecha de los investigadores, son resultado del presunto lavado de dinero que se investiga en esta causa, en que Lázaro Báez está procesado y preso.
“El objetivo es continuar con la tarea de recupero de activos, que es esencial en toda investigación de lavado de dinero de origen ilícito”, explicó Casanello a LA NACION.
“El recupero -agregó- incluye bienes que están a nombre de las personas y también de las empresas; por eso se ordenó además la intervención judicial de Austral Construcciones a través de la designación de veedores de la AFIP.”
Austral Construcciones es la empresa más importante de los Báez y fue, durante el kirchnerismo, la principal adjudicataria de obra pública en Santa Cruz.
Fuente: diario La Nación