¿Se vienen los billetes de $5.000 y de $10.000?: un nuevo proyecto explica sus posibles ventajas
El alto nivel de la inflación en la Argentina lleva a una constante desvalorización del peso. En este marco, los billetes de $1.000, que son los de más alta denominación en el país, alcanzan cada vez para menos y muchos sectores piden que se emita papel moneda de mayor valor.
Una nueva y concreta propuesta surgió esta semana de parte del senador Pablo Blanco, de Juntos por el Cambio. Su proyecto busca que el Banco Central disponga la creación de billetes de $5.000 y de $10.000, que serían de utilidad para las operaciones cotidianas de muchos argentinos.
“La emisión de dinero en la economía argentina crece vertiginosamente y desborda la capacidad que tiene el Gobierno para imprimir sus billetes”, explicó Blanco.
Según el legislador, los billetes de mayor denominación también evitarían la necesidad de importar billetes producidos en el exterior y a un alto costo. En esta línea, Blanco sostuvo que la Casa de la Moneda argentina “no tiene suficientes recursos para abastecer la creciente demanda de efectivo agravada por la cuarentena”.
Blanco argumenta que la impresión de billetes de $5.000 y $10.000 tendrá como resultado un “sustancial ahorro en el costo de emitir billetes de alta denominación, ya que el costo de emisión de un billete como los que aquí se proponen es prácticamente el mismo que uno de $1.000, mientras que la cantidad de billetes necesaria de imprimir para satisfacer la demanda pasaría a ser mucho menor”.
Y agregó: “Evidentemente la emisión de estos nuevos billetes, no solucionarán el problema inflacionario ni pondrán fin al déficit fiscal, pero si permitirá una adecuación en los billetes en circulación para el desenvolvimiento de la actividad económica basada en transacciones con efectivo”.
De hecho, a inicios de enero de 2020, a las dos semanas de asumir Alberto Fernández a la Presidencia, las unidades con la imagen del hornero apenas representaban el 6,9% del total del dinero que circulaba entre el público y los bancos, según datos del Banco Central.