Se atenuó la inflación en abril por la caída del consumo
Será algo superior a 2%, según analistas privados; destacan la desaceleración en los alimentos.
spués de un primer trimestre negro, la inflación se tomó un respiro en abril y, según las estimaciones de los analistas privados, está cerrando el mes algo por encima de 2%. Eso implica una marcada desaceleración frente al 3,7% de enero y el 3,4% de febrero.
La tendencia había sido anticipada por el secretario de Comercio, Augusto Costa , aunque no parece haber muchas razones para festejar: después de cinco meses de gestión, el principal logro que puede ofrecer el nuevo equipo económico en este campo es volver a los niveles de inflación de Guillermo Moreno, considerados altísimos (en la región, sólo superados por Venezuela).
A la hora de explicar este freno, todas las miradas apuntan a los alimentos, el rubro más golpeado por la devaluación de enero y que en los primeros tres meses del año acumuló una suba superior a 12%, según las mediciones privadas.
En línea con las estimaciones oficiales, los economistas consultados por LA NACION confirmaron una baja en el ritmo de ajustes de precios de los alimentos en las últimas semanas. De todos modos, destacaron que la retracción de la demanda -en marzo los grandes supermercados sufrieron la tercera baja consecutiva en sus ventas medidas en unidades- jugó un papel mucho más importante que los Precios Cuidados.
De acuerdo con el relevamiento que realiza la consultora Elypsis, en las últimas cuatro semanas los precios de los alimentos y el resto de los productos de la canasta básica acumularon una suba de 1,9%, muy por debajo de los picos de febrero y marzo.
“Abril terminó con cierta desaceleración y una inflación cercana al 2,5%, frente al 3,8% que teníamos en marzo. En el rubro en el que más se sintió el freno fue en los alimentos, con una suba promedio del 1%, aunque esta desaceleración fue compensada por los incrementos en vivienda -por el aumento de los encargados- y la primera parte del aumento en las tarifas de los servicios de agua y gas”, coincidió el economista Camilo Tiscornia.
Los economistas consultados por LA NACION destacaron como un dato positivo el menor índice de abril, pero a la vez alertaron que hay que ser muy optimistas para hablar de una desaceleración. “Abril nos está cerrando con una inflación del 2,1%. Hablar de una desaceleración es una especie de premio consuelo porque en todo caso lo que estamos logrando es volver al ritmo de inflación que teníamos previo a diciembre del año pasado”, señaló Carlos Melconian, socio del estudio M&S.
Más tajante es la visión que tienen en Ecolatina, la consultora fundada por el ex ministro Roberto Lavagna. “Después de los picos que se registraron en el primer trimestre a partir de la devaluación, estamos volviendo a niveles de aumentos de precios similares a los de 2013. No creo que se pueda hablar de una desaceleración hasta que la inflación no perfore el nivel del 2% mensual, que es un índice muy peligroso. No hay que perder de vista que hay países que tienen un 2% de inflación a lo largo de todo un año”, señaló Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina.
EFECTO EN LAS GÓNDOLAS
Más allá de que en este mes ya se diluyó el efecto de la suba del dólar en los precios, el otro factor que explica la desaceleración de la inflación es el freno del consumo. “El panorama cambió sustancialmente en el primer trimestre de 2014. Las ventas reales en los supermercados pasaron de expandirse a una tasa interanual de 3,6% en el último trimestre de 2013 a incrementarse a un ritmo de 1,6% durante los primeros tres meses de 2014.
El deterioro del poder de compra de los hogares también es confirmado por la consultora CCR, que informó que en marzo se produjo la tercera caída en las ventas medidas en unidades de los alimentos y el resto de los artículos de la canasta básica en los supermercados. “Al menos hasta marzo, los aumentos de precios no fueron compensados por ajustes salariales y en este contexto está claro que los Precios Cuidados no alcanzan para mantener el poder de compra del público”, señaló José Amodei, director de CCR, que precisó que en marzo las ventas en supermercados cayeron 1,1 por ciento.
En la visión de los economistas, la relativa tranquilidad en los precios de abril se mantendrá en mayo, aunque los pronósticos no son tan optimistas cuando se analiza lo que puede pasar en la segunda mitad del año.
“La buena noticia para mayo es que no hay ningún aumento anunciado a la vista, ni taxis, tarifas ni los colegios. Y en el mejor de los escenarios, repitiendo una inflación del 2% en mayo, estaríamos con una inflación acumulada en doce meses del orden del 38% y para llegar al 35% tendríamos que repetir el 2% mensual durante todo el segundo semestre del año”, aseguró Melconian.
“Para llegar a una inflación anual en torno al 34 o 35% anual, en la segunda mitad del año el promedio de la suba mensual no debería superar el 1,8% mensual, lo que implica un nivel más bajo que en los últimos tres años. Se trata de una meta que no es imposible de alcanzar, pero que se presenta como muy difícil, más que nada teniendo en cuenta que las expectativas de inflación de los consumidores siguen en niveles muy altos y que el tipo de cambio se tiene que mantener estable”, sostuvo Diego Giacomini, de la consultora Economía & Regiones.
SE DISPARA EL PRECIO DE LOS CIGARRILLOS
En lo que constituye la segunda suba en lo que va del año, la tabacalera Massalin Particulares informó un fuerte aumento en sus líneas de cigarrillos. La empresa controlada por Philip Morris no precisó el promedio de las subas, pero los aumentos oscilan entre 21 y 25% según la marca, en lo que significa el mayor incremento desde la salida de la crisis de 2001.
Los aumentos entrarán en vigor hoy y llevarán el precio del paquete Marlboro común de $ 12 a $ 15 (25%) y los Philip Morris, de $ 11 a $ 14 (21,7 por ciento).
Fuente: La nación.