Scilingo, el militar que reconoció los vuelos de la muerte, podrá tener salidas transitorias
En 2017 cumple 70 años y podría recuperar la libertad definitiva en España.
El ex militar que confesó haber formado parte de los llamados Vuelos de la Muerte en la última dictadura militar, y acusado en España de 30 asesinatos, comenzará a gozar de salidas transitorias en los próximos días luego de cumplir más de la mitad de su condena a 25 años de prisión, que se inició en 2001.
La decisión del juez José Luis Castro de Antonio fue confirmada a este periodista en una entrevista exclusiva en España, en donde el magistrado reveló algunos argumentos polémicos que se explican en su fallo judicial y que permitirán por primera vez que Adolfo Scilingo salga con permiso de la cárcel por siete días.
Estas salidas transitorias se repartirán a lo largo de este año hasta conformar los 36 días anuales y prenuncian la liberación absoluta, prevista para el año próximo cuando Scilingo cumpla 70 años y pueda acogerse al derecho que le otorgan las leyes españolas.
El ex militar argentino se hizo famoso cuando confesó que sus víctimas “tenían que morir felices y les ponían música brasileña para que bailaran” antes de que los arrojaran al Río de la Plata desde un avión, vivos o muertos. Scilingo confesó sus crímenes al periodista Horacio Verbitsky, quien le dio título a su libro El vuelo.
El represor fue detenido y juzgado en España por un magistrado conocido por los argentinos, Baltasar Garzón, en 1997, cuando se autoinculpó de haber participado en dos vuelos durante los cuales se arrojó al mar a 30 personas que habían estado detenidas clandestinamente en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
El ex marino permanece detenido desde julio de 2001 en el Centro Penitenciario de Madrid, una cárcel de máxima seguridad española. Su pena debía terminar en 2026 y es considerado un prisionero de alta peligrosidad porque además de los 30 asesinatos que admitió, está acusado de otros delitos de lesa humanidad de acuerdo al derecho internacional.
“Un hombre inteligentísimo”
Castro de Antonio, el actual juez que tiene la causa, define al militar argentino como “un hombre inteligentísimo”. Incluso se anima a contar una anécdota que lo define: “En una de las audiencias le pregunté a Scilingo si estaba dispuesto a pedirle perdón a la víctimas y me respondió que lo haría con mucho gusto si yo le decía quiénes eran”.
Sin embargo, el juez al que le gusta repetir que “las leyes deben estar al servicio del hombre y no al revés”, dictó una resolución polémica a la que se opuso la Fiscalía y un comité interdisciplinario: concedió un permiso para las salidas de Scilingo pese a que existe un informe que indica que hay un 85% de riesgo de fuga. En su resolución argumentó que “no parece probable” que el represor “tenga la intención y la capacidad de sustraerse de la acción de la justicia española”.
Fuente: Infobae.com