San Lorenzo enfrenta el desafío de la altura
A las 21.15, el equipo de Bauza visita al duro Bolívar, al que goleó 5-0 en Boedo; Nacional espera en la final.
Risas, buena onda, confianza ilimitada. Las horas transcurren entre sonrisas en Santa Cruz de la Sierra, una bella ciudad en el llano boliviano, para el plantel de San Lorenzo. Se trata, lógicamente, de evitar el mal de la altura, porque La Paz, la capital del escenario del encuentro de esta noche, se encuentra a unos 3650 metros sobre el nivel del mar. El vuelo será vertiginoso: apenas unas horas antes, la delegación aterrizará en esta ciudad, irá al estadio Hernando Siles, de pésimo césped en tiempos recientes, jugará el partido decisivo y volverá por unas horas a Santa Cruz de la Sierra, otra vez, para recuperar el estado físico. San Lorenzo precisa altura, verdaderamente. Altura, no sólo por la cuestión climática, sino para alcanzar lo que nunca tuvo, lo que nunca consiguió, lo que persigue desde siempre: la final de la Copa Libertadores. Está cerca, demasiado cerca de la cúspide.
Esta noche, desde las 21.15, se encontrará con Bolívar, un buen equipo que se hizo pedazos en el primer chico, jugado siete días atrás en el Bajo Flores. El 5 a 0 logrado por el Ciclón es una señal inequívoca: el deseo de conseguir la estrella más preciada está cada día más cerca. En ese sentido, entonces, el grupo comandado por el Patón Bauza cambió el foco. Se iba a hablar de las complejidades de jugar en la altura, de lo que se debe hacer, de lo que se debe evitar. No exagerar con las corridas vertiginosas, recuperarse entre cada acción, crear una estructura sólidamente corta. Poco de eso, en realidad. El impensado 5 a 0 cambió los planes: la misión es no perder la cautela. Que no se piense en la final antes de tiempo.
Advierte el Patón: “Vamos a jugar con máxima concentración. Con el cuidado necesario, con la precaución de que todavía no ganamos nada. No va a ser fácil el partido. Bolívar es un equipo complicado y peligroso para los rivales”. Esa es la inquietud de hoy, mientras se observa el clima distendido y entusiasta de la mayoría de los soldados de la tropa azulgrana. No marearse: no sólo con el clima esquivo, sino con la convicción de que faltan 90 minutos para el gran desafío.
En tanto, Bruno Militano, el preparador físico, rechazó una festiva y creciente versión. “No tenemos al Viagra dentro de la lista de elementos médicos por utilizar para reducir los efectos de la altura, aunque sea un método que cada vez se usa con mayor asiduidad”, señaló.
¿Y Bolívar? “No es tan fácil remontar cinco goles; no nos tiene muy tranquilos esta situación, porque ni la persona menos optimista de Bolivia se imaginaba un resultado tan abultado como fue el 5-0 en la Argentina”, contó Carlos Tenorio. Sin embargo, hay un minúsculo espacio para la fe: hubo ensayo de penales, por si el equipo boliviano alcanza la misma diferencia.