Rousseff, Neves, Silva y Lula en la multitudinaria y emotiva despedida a los restos de Campos
La presidenta y candidata a la relección, Dilma Rousseff; los postulantes opositores Aécio Neves y Marina Silva, y el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva asistieron al velatorio del ex gobernador y aspirante a la Presidencia, muerto trágicamente el miércoles y cuyos restos fueron inhumados esta tarde.
Con fuegos artificiales y al grito de la consigna “Eduardo, guerreiro do povo brasileiro” (“Eduardo, guerrero del pueblo brasileño”), una multitud acompañó el velatorio de los restos de Campos en el cementerio Santo Amaro, en Recife, capital del estado nororiental Pernambuco.
Los restos del ex presidente del Partido Socialista Brasileño (PSB) fueron depositados en “una sepultura simple, sin lujo, rodeada apenas de flores y placas de mármol con su identificación” -describió la agencia noticiosa estatal ABR- junto a los restos de su abuelo Miguel Arraes, un mítico líder izquierdista y también ex gobernador de Pernambuco, fallecido, como su nieto, un 13 de agosto, pero en 2005.
Según la crónica de ABR, “cada metro del cementerio Santo Amaro fue disputado por los admiradores del ex gobernador a la llegada del féretro” y “las vías próximas al cementerio estaban llenas de ómnibus con caravanas de varias ciudades del estado”.
Antes, unas 150.000 personas, según la Policía Militar, se hicieron presentes en el velatorio, realizado en la sede del gobierno pernambucano, que Campos ejerció desde 2007 hasta este año, cuando renunció para postularse a la Presidencia.
Allí también fueron velados los restos de Carlos Percol y Alexandre Severo, asesor de prensa y fotógrafo de la campaña que viajaban junto a Campos en la avioneta que se precipitó a tierra el miércoles.
Las otras víctimas fatales del accidente -entre ellas, dos pilotos y un camarógrafo- fueron velados y sepultados en sus respectivas ciudades natales.
Uno de los momentos más emotivos del velatorio fue protagonizado por Lula, quien lloró, emocionado, al abrazar a Renata, la viuda de Campos, y alzar en brazos al menor de los cinco hijos del dirigente muerto, de apenas siete meses de edad, consignó la agencia Brasil 247.
Antonio Campos, hermano del fallecido, resaltó la amistad entre su familia y la de Lula por encima de diferencias políticas.
Aunque ahora se aprestaba a enfrentar en las urnas a Rousseff, entre 2004 y 2005 Eduardo Campos fue ministro de Ciencia y Tecnología, durante el primer mandato de Lula, ocasión en la que compartió el gabinete con la actual jefa del Estado.
También Silva -compañera de fórmula de Campos y confirmada ayer sábado como candidata a presidenta del PSB- fue parte del gabinete de Lula, como ministra de Medio Ambiente durante todo su primer mandato y parte del segundo, entre enero de 2003 y mayo de 2008.
Rousseff, Lula y Silva asistieron a la misa que el arzobispo de Olinda y Recife, Fernando Saburido, celebró a cielo abierto y bajo la lluvia frente al Palacio Campo das Princesas, sede de la gobernación de Pernambuco, durante el velatorio, informó la agencia DPA.
Los restos de Campos fueron velados desde esta madrugada, una vez que llegaron a Recife tras haber permanecido en San Pablo desde el miércoles, día del accidente, hasta completar ayer sábado los exámenes genéticos para poder identificar debidamente los cadáveres.
El cortejo fúnebre recorrió durante unas tres horas las calles de Recife, donde Campos fue ovacionado por personas envueltas en banderas de Brasil y de Náutico -el club de fútbol del que era simpatizante el ex gobernador-, y a pedido de la familia pasó por algunos de los barrios más humildes de la ciudad.
Campos, que murió tres días después de haber cumplido 49 años, tenía alrededor de 10 por ciento de intención de voto para las elecciones presidenciales de octubre, por debajo de Rousseff y Neves, probables protagonistas de una segunda vuelta electoral.