River y Boca juegan en Núñez a todo o nada
Desde las 20.45, se miden en el Monumental, tras el 0 a 0 en la Bombonera; televisan Canal 7, la TV Pública y Fox Sports.
Se corta el aire. Se tensan los músculos. La presión vuela. No hay forma de bajar la ansiedad. Demasiada historia. Excesiva carga emocional. Es un partido de fútbol, es cierto, pero no es uno más. Es el superclásico, es River – Boca . Es una cita internacional, no importa la talla; es una Copa y eso es mucho decir entre estos dos gigantes. La zaga comenzó la semana pasada, en la Bombonera, con ese empate sin goles cargado de nervios, brusquedades, amonestados por doquier, lesiones, quejas e histeria. Se prolongó esta semana con la interna de la barra brava millonaria. Es tiempo de que la pelea quede atrás y que aparezca de una vez el fútbol. Hoy, a las 20.45, será el capítulo final, en el Monumental, donde estará en juego el pasaporte a la definición de la Sudamericana, aunque hay mucho más en juego: están el orgullo y el honor.
Resultó muy espeso el caldo que se cocinó en la primera vuelta y las marcas se advierten. Las urgencias son similares, los momentos son diferentes, las heridas son distintas, los estados emocionales también y hasta las alternativas lo son: Boca quiere convertir, porque sabe que un empate con al menos un gol lo clasifica, y River pretende ganar sin recibir tantos. Sólo un 0-0 abrirá paso a los penales.
El partido comienza, a las 20.45, en el Monumental; será televisado por Fox Sports y Canal 7
La historia: pasaron 10 años de aquel último cruce por la Libertadores y la huella es profunda. Duele para River y es un argumento de orgullo para Boca. El recuerdo está en el aire, pero el presente los obliga de una manera diferente. Para River, quedó en evidencia por las determinaciones de Gallardo que clasificarse esta noche será una forma de borrar parte de aquello y cubrir un poco el flanco abierto por el descenso en el chicaneo mutuo entre hinchadas. Para Boca, sería mantener viva la mística y poder disimular dos años de una pobreza deportiva alarmante. Cuestiones no menores, en las que la cabeza juega mucho.
Tras el 0 a 0 de la ida, River pasará con un triunfo, mientras que a Boca le sirve una victoria o un empate con goles; otro 0 a 0 llevará la definición a los penales
Lo que tienen y lo que no: la cita de esta noche expone como nunca cómo pudo cada uno armar su equipo. Para River, la apuesta de esperar por la recuperación de Mora parece haberle dado resultado; podrá conformar su mejor pareja de ataque. Aunque no puede disimular que no tener a Maidana (lesionado) le genera cierto cosquilleo. Para Boca, el golpe de perder al Burrito Martínez fue importante, pero mucho más fuerte resultó el anuncio de que Chávez está casi fuera del juego de hoy, por una contractura que se le produjo en la Bombonera. Y no son un detalle menor las bajas y las altas de cada lado: los dos apoyan mucho su suerte en su poder ofensivo. Aunque más lo sentirá Boca, porque River tiene más y mejores herramientas para disimular ausencias.
Estados de ánimo: es curioso, pero parecen los xeneizes llegar más sólidos de humor y de físico. El éxito en el último clásico con Independiente, con goles de Calleri y Gigliotti (la pareja ofensiva de esta noche), le dio un impronta impensada hasta hace algunas semanas. Es que el de caminar altivo era River, con un récord de partidos invicto que intimidaba, con un juego colectivo envidiable y con una voracidad ofensiva temible. Sin embargo, en los últimos 15 días se llenó de complejos, perdió consistencia, luce más cansado, se le acabó su condición de invencible y el último fin de semana Racing lo bajó del escalón más alto del certamen doméstico. Incluso, el momento de cada uno se tradujo en el silencio de los millonarios, mientras que en Boca tomó la palabra su capitán, Gago. Algo poco usual.
Sin más palabras: Boca y River, por el presente y para la historia.
El otro finalista. Nacional de Medellín venció por penales a San Pablo anoche y se metió en la final de la Copa Sudamericana. Ya es un hecho que el miércoles próximo será la primera final en Colombia, mientras que el 10 de diciembre se definirá en el Monumental o la Bombonera.