River recuperó la sonrisa en una noche de golazos ante Barracas Central y avanzó en la Copa Argentina
River cortó su mala racha con una amplia victoria sobre Barracas Central, al que derrotó por 3 a 0, y logró la clasificación para los octavos de final de la Copa Argentina en un partido disputado esta noche en la ciudad puntana de Villa Mercedes.
Milton Casco abrió el marcador a los 20 minutos del primer tiempo, mientras que Agustín Palavecino anotó a los 20 y 28 minutos de la segunda etapa. En la próxima instancia, River se enfrentará a Defensa y Justicia por un lugar en los cuartos de final.
El conjunto “millonario” terminó con diez hombres, por la expulsión de Héctor Martínez en el segundo tiempo, pero eso no fue un escollo para que gane con autoridad.
Con esta victoria, River cortó una serie negativa -que incluía la eliminación en la Copa Libertadores y dos caídas consecutivas en la Liga Profesional- y ahora reforzó sus posibilidades de pelear el título en la Copa Argentina.
Al menos mostró otra actitud y dominó el trámite frente a un rival como Barracas, que apostó al contragolpe y solamente jugó de igual a igual en algunos tramos de la primera parte.
Apenas iniciado el encuentro River estuvo a punto de convertir, pero Gagliardo contuvo un tiro rasante de Palavecino, aunque Barracas respondió tibiamente con un cabezazo de Vázquez. El equipo de Gallardo tomó la iniciativa con las virtudes de otros tiempos: presión y salida rápida, más el buen toque de sus volantes, como Aliendro y Palavecino.
En su primera llegada a fondo, River llegó al gol, luego de un centro desde la izquierda y un despeje defectuoso que Casco tomó y, sin dejar picar la pelota, la puso en un ángulo.
Recién ahí Barracas trató de salir pero con pelotazos, en busca de Bandiera y Sepúlveda, sus hombres más peligrosos.
Al promediar la primera parte, Sepúlveda se filtró entre los dos centrales de River (Maidana y Martínez) y su remate terminó en las manos de Armani, y luego un cabezazo de Bandiera, que se fue cerca.
Fueron las únicas llegadas de Barracas, porque después volvió a sufrir con una corrida de Simón por derecha, que tapó Gagliardo, y en la segunda etapa fue todo de River.
A esa altura Barracas no podía sostener el ritmo, se refugió atrás y siguió sufriendo: al minuto Barco se metió en diagonal y tras un toque sutil la pelota se fue apenas desviada.
River se movió con tranquilidad, sabiendo que tenía el partido prácticamente controlado, hizo circular la pelota y buscó por los costados para abrir espacios.
Por eso, el segundo gol no tardó en llegar, Palavecino aprovechó un gran pase de Aliendro y definió con un tiro, bajo, y apoco después el mismo volante redondeó la goleada con un tiro desde afuera del área.