River, los cambios de sede y un “beneficio” con la altura
La altura siempre es un tema para el fútbol argentino, además de los viajes muy largos o con escalas, es a lo que más le “temen” los dirigentes y cuerpos técnicos a la hora de asistir a un sorteo de Copa Libertadores o Sudamericana. Últimamente, parece que la suerte le guiña el ojo a River.
¿Por qué? Independiente Santa Fe es local en El Campín de Bogota, donde hay 2.600 metros de altura sobre el nivel del mar. Allí debía viajar River para afrontar su tercera fecha de la fase de grupos inicialmente. Pero la cuestión sanitaria en la capital colombiana empeoró, se decretó alerta rojo debido a un fuerte rebrote de coronavirus que saturó el sistema de salud y se tomaron medidas para intentar restringir la circulación, entre ellas la prohibición de la realización de espectáculos deportivos.
Ahí se dio el primer cambio de sede, el partido se trasladó al estadio Centenario de Armenia. Allí los locales ya “perdieron” parte de la ventaja de la altura, que en esa ciudad es de algo más de mil metros menos, 1.480.
Pero este martes, cuando River iba a emprender por la tarde su viaje a Colombia, todo volvió a cambiar. Hace una semana que en aquel país hay masivas protestas por el proyecto de reforma tributaria que pretende implementar el gobierno y todo derivó en fuertes y graves enfrentamientos entre los ciudadanos y las fuerzas de seguridad. En una reunión entre la alcaldía de la ciudad y la Conmebol se definió que el partido se debía suspender debido a que la Policía no podía garantizar el operativo de seguridad.
Ante el apretado calendario que tiene el fútbol sudamericano debido a la realización de la Copa América, pospuesta en el 2020 por el coronavirus, los organizadores estipularon que el duelo se debía jugar esta semana con nueva fecha y otro cambio de escenario. Independiente Santa Fe será local finalmente en La Nueva Olla, de Asunción, este jueves desde las 21. La capital paraguaya se ubica solamente a 89 metros sobre el nivel del mar y deja sin esa ventaja a los colombianos.
EL ANTECEDENTE DE RIVER Y LOS “BENEFICIOS” DE NO IR A LA ALTURA
No es la primera vez que algún acontecimiento ajeno a River lo termina beneficiando y le evitar jugar en estadios que se ubican en ciudades con mucha altura. En la edición 2020 de la Copa Libertadores, que tuvo que ser reprogramada por el parate que generó la pandemia del Covid-19, el “Millonario” debía enfrentar a Binacional y jugar en su estadio a 3.825 metros.
San Pablo debutó con derrota en su visita a Juliaca, cayó 2-1 en la primera fecha de aquella zona. Cuando se reanudó la Libertadores y por recomendación del Instituto Peruano del Deporte, ya que la región estaba bajo una estricta cuarentena, la Conmebol obligó trasladar el enfrentamiento al llano de la capital peruana y se jugó en Lima.
