River fue el ganador del empate entre Lanús y el Tomba
El mejor partido del campeonato. El Granate recibió a Godoy Cruz con la intención de ganarle para ser puntero pero no lo consiguió.
Godoy Cruz se despertó y lo sufrieron los de arriba. El Tomba, que hasta hace quince días vivía una crisis deportiva en la cual el técnico Carlos Mayor no estaba confirmado en el cargo, en las últimas dos fechas se cargó a Independiente y Lanús, ambos escoltas de River Plate.
La semana pasada cerró la fecha diez ante los de Avellaneda cuando si el Diablo ganaba quedaba a una unidad de la punta. Esta noche la situación era parecida: una victoria Granate dejaba a los del conurbano como líderes del certamen. Encima todo estaba dado para que así fuera.
Antes de que finalice el primer tiempo un centro de Silvio Romero a la espalda del último defensor permitió el ingreso de Víctor Ayala para que el paraguayo adelantara a los suyos en el marcador. Después, apenas comenzado el complemento, un desborde de Laucha Acosta habilitó a Santiago Silva para que el delantero se reencontrara con el gol.
En ese punto nada hacía suponer una noche negra, todo estaba dado para una celebración en la Fortaleza pero las desatenciones defensivas del dueño de casa se encargaron de estabilizar la balanza. Primero una serie de fallas posibilitaron el cabezazo goleador de Tito Ramírez para el descuento y apenas un puñado de minutos más tarde fue la testa del colombiano Ayoví la que decretó la igualdad parcial para silenciar a todo el estadio en una acción donde se repitieron los groseros errores del anfitrión.
Cuando los hinchas pensaban que ya nada podía ser peor, un rebote en la medialuna del área le quedó a Aquino, quien de aire sacó un remate seco y fortísimo para vulnerar la resistencia de Ibañez y adelantar a los cuyanos en el marcador. A esa altura, más jugando con un futbolista menos desde los 25’ del segundo tiempo por la expulsión de Braghieri, muchos se hubieran resignado, no así éste Lanús.
Pese a los diez hombres el tridente de ataque se mantuvo, afortunadamente para el Grana, porque de una acción forjada entre los dos wines se hizo presente el 3-3 firmado por Silvio Romero que mantiene expectante a los del mellizo Barros Schelotto.