Revelan que 3 de cada 10 tratamientos de fertilización son por causas masculinas
En la década de 1980, a las consultas por dificultades para concebir sólo solían ir las mujeres. Lo mismo pasaba pocos años atrás con las asociaciones de pacientes, en donde sólo las féminas que deseaban concretar el sueño de tener un hijo hablaban de sus opciones y compartían su cotidianeidad. Pero este panorama cambió. De hecho, hoy se conoce que tres de cada 10 tratamientos de reproducción asistida se indica por causas masculinas. Los datos, que se desprenden del Registro Argentino de Fertilización Asistida (que agrupa los tratamientos de alta complejidad), fueron compartidos en una reunión organizada por la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR) y la Asociación Civil Concebir, con motivo de que junio es el Mes Internacional del Cuidado de la Fertilidad.
La doctora Stella Lancuba, vicepresidenta de SAMeR, compartió que en la actualidad se conoce que existen condiciones genéticas que impactan en la fertilidad masculina, pero también influyen factores ambientales. “El 27% de los varones con problemas de fertilidad fuma y el tabaco atenta contra la calidad espermática, al igual que el estrés. Otro factor son las infecciones, ya que hay enfermedades de transmisión sexual que afectan la fertilidad y representan un 8%, es decir, casi 1 de cada 10 pacientes. Dentro de las infecciones se destacan las paperas y las infecciones de los conductos seminales”, indicó la médica, a la par que agregó que muchas de estas enfermedades son prevenibles e incluso para alguna de ellas hay vacunas.
Otros de los problemas que pueden impactar en la fertilidad del varón es la alteración en el descenso testicular, para la cual es fundamental la intervención del pediatra, porque en muchos casos se puede resolver. Lo mismo sucede con el varicocele, várices a nivel del aparato genital masculino, que en la adolescencia son operables.
“Contamos con diversas herramientas para resolver a tiempo los trastornos en la fertilidad del varón, por eso es tan relevante que se hable al respecto”, indicó Lancuba. Sin embargo, para la médica este tema aún no se charla porque “el escenario de no poder tener hijos se vincula con la representación social de la virilidad más primaria, lo que repercute en algunos campos subjetivos y hace que muchos hombres compartan la situación con su pareja en silencio y soledad, sin revelarle el problema a sus afectos”.
A su turno, Gisela de Antón, presidenta de la Asociación Civil Concebir, recalcó al respecto que “en ocasiones todavía se vincula, erróneamente, la capacidad reproductiva con la hombría y la virilidad”. Pero celebró que en los talleres que realizan en la entidad que encabeza “los hombres no se sienten menos hombres por tener que, llegado el caso, recurrir a un donante de esperma”.
Sin embargo, para De Antón hay una asignatura que los varones aún deben aprender, porque “ellos se cuidan para no lograr un embarazo antes de tiempo, pero no cuidan su fertilidad para cuando quieran ser padres, además de que tampoco nadie les dice cómo hacerlo”. De hecho, cuando una pareja llega al consultorio, casi siempre se hace foco primero en la mujer y sólo cuando se descarta el factor femenino, se pasa a analizar la salud masculina del hombre.
Si se habla de consultas masculinas en reproducción asistida con un especialista, se estima que el 3% de los hombres lo hace antes de los 24 años, un 64% entre los 24 y 34 años, un 22% entre los 35 y los 40 y un 12% luego de los 40 años. “Estas proporciones guardan relación con las edades en las que, presumiblemente, el hombre busca ser padre. Sería deseable estar un paso adelante y poder estar al tanto de cualquier irregularidad antes de intentar la concepción”, indicó Lancuba.
Para detectar problemas de fertilidad en los hombres, el estudio básico es el espermograma, aunque también se realizan otros complementarios, como los hormonales o estudios funcionales. También están aquellos que detectan la morfología espermática, la fragmentación del ADN y, en casos particulares donde está muy disminuida la concentración espermática, los estudios genéticos cobran relevancia en el diagnóstico.
Aspectos que atentan contra la fertilidad del varón
– En los últimos años, se han identificado numerosos genes que codifican la función espermática y testicular. La alteración en cantidad y calidad del esperma se encuentra entre las principales causas de infertilidad masculina, con un 50,8% de incidencia. Le siguen el varicocele, con un 15%, las causas de origen infeccioso con un 8% y en el 19% de los casos no hay un motivo aparente.
– A diferencia de lo que se creía, la edad del varón también es un factor condicionante si de fertilidad se habla. Después de los 42 años, se quintuplica el riesgo de abortos espontáneos por el nivel de “envejecimiento” del esperma. A su vez, estudios sugieren que después de esa edad, existe un mayor índice de autismo en el bebé, así como más riesgo de complicaciones psiquiátricas del niño.
– Existen medidas que pueden contribuir a la fertilidad del varón como el cuidado del cuerpo y de la sexualidad, no fumar, no beber en exceso, estudiar antecedentes personales y familiares y realizar una consulta temprana con el especialista en medicina reproductiva.
– En caso de que el varón sufra una enfermedad que ponga en riesgo sus espermatozoides, como una patología oncológica, se recomienza criopreservar gametos antes de someterse a un tratamiento de quimioterapia o rayos.
Fuente: Docsalud