¿Resfrío o bronquiolitis? Las claves para no confundir estas enfermedades
No está comiendo bien, tiene catarro y se le oye un “ruidito” al respirar. Es el momento de llamar al pediatra y consultar.
La bronquiolitis es la causa más importante de infección en el tracto respiratorio inferior en bebés menores de un año en todo el mundo. “Es el motivo de internación pediátrica más frecuente en el primer año de vida”, asegura el doctor Manuel Sánchez Luna, reconocido neonatólogo del Hospital General Universitario Gregorio Marañon, Madrid, España. Al participar de una Jornada de Infecciones Respiratorias en la Infancia, organizado en Buenos Aires.
De abril hasta septiembre son los meses de mayor circulación viral. “A los adultos también nos afecta, pero nos da un resfrío, un poco de tos. Sin embargo, a los lactantes pequeños les da una dificultad respiratoria que puede ser de gravedad”, explica.
“Los bebés prematuros están especialmente sensibles a tener una inflamación grave de vía aérea cuando se infectan por este virus, porque la vía aún está en desarrollo y es todavía más chiquita que la de los recién nacidos a término. Además puede dejar secuelas a medio y largo plazo”, agrega Luna. Por su parte Vain describe que la inflamación en los recién nacidos dificulta la entrada y salida del aire en los pulmones, ya que las vías respiratorias se inflaman y en muchos casos, se llenan de secreción mucosa.
Principales síntomas de la bronquiolitis:
• Mucosidad nasal
• Tos, catarro
• Respiración ruidosa con silbidos (sibilancias)
• Agitación
• Dificultad para alimentarse o para conciliar el sueño
• Fiebre con temperatura mayor a 38°C.
“Es crucial que todos cumplamos con el calendario de vacunación”, indica el especialista y explica sobre la importancia de que los adultos que estén en contacto con bebés no dejen de aplicarse la vacuna contra la gripe ya que si bien los niños tienen un calendario de vacunas similar al nuestro, la inmunización les puede llegar meses más tarde.