Rescataron a un hombre con retraso madurativo que era maltratado por su familia
Encerrado en un depósito del fondo de la casa familiar, con un colchón destrozado como cama y sometido habitualmente a golpes por sus propios seres queridos, Tony, un joven que padece retraso madurativo, fue rescatado en las últimas horas en la localidad bonaerense de Carlos Spegazzini. Los vecinos salieron en defensa de la víctima, hartos de verlo con profundas heridas y en estado de angustia, impulsando la intervención del área local de desarrollo social, que logró alejar a Antonio de su tío materno y de su familia, dejándolo a resguardo de otro allegado.
Una cicatriz en la cara, a los pocos días en la cabeza, en el abdomen o en las piernas, para ser más exactos en cualquier parte de su cuerpo, Antonio Arrieta, de 35 años, mostraba el maltrato al que era sometido cada vez que lograba escapar de la vivienda que residía en el barrio Las Flores de Carlos Spegazzini.
“Cada vez que lo veía estaba muy golpeado, aparecía con algo nuevo. Esto viene de hace muchos años”, reflejó Paula, una de las vecinas que encabezó la denuncia contra el tío materno del joven, su esposa y sus cinco hijos.
“Esque se turnaban para agredirlo y no sabemos por qué. No se justifica tanta saña”, agregó la testigo, quien fuera la primera en tomar conocimiento del último capítulo sangriento que padeció Arrieta.
“El sábado pasado (el 24 de octubre) vino corriendo y me hacía señas porque no puede hablar. Se levantó la remera y tenía varios cortes en el cuerpo”, reveló Paula, que agregó: “Los vecinos que vieron el momento en que lo golpeaban nos contaron que fue el hijo del tío, de 15 años”.
Antonio padece retraso madurativo y fue abandonado por su madre días después de su nacimiento, quedando al cuidado de su abuela materna. Pero cuando ella falleció, fue su tío quien lo tuvo a su cargo, pero en condiciones inhumanas: “Lo hacían dormir en un depósito en el fondo de la casa, con un colchón todo roto”.
Justamente semejante escena despertó el reproche de una funcionaria de asistencia social de Ezeiza, quien con indignación les preguntó a los imputados: “¿Cómo lo tenían acá?”. Finalmente, la víctima fue trasladada a la casa de otro tío, expresando con gestos su alegría por haber dejado atrás semejante infierno y el agradecimiento eterno a sus vecinos.