Reforzado por su victoria, Rajoy ofrece una coalición, pero el PSOE la rechaza
TRAS IMPONERSE EN LAS URNAS CON UNA VICTORIA MÁS AMPLIA QUE EN DICIEMBRE, EL PRESIDENTE DEL GOBIERNO ESPAÑOL EN FUNCIONES Y LÍDER DEL PP, REITERÓ ESTE LUNES SU OFERTA PARA FORMAR UNA “GRAN COALICIÓN” CON EL PSOE, PERO ÉSTOS VOLVIERON A RECHAZARLA.
Rajoy insistió en que ésa es su “preferencia” pero también reclamó “su derecho a formar gobierno”, aunque sea en minoría.
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“No voy a renunciar a gobernar porque hay ocho millones de españoles que nos han apoyado”, dijo el dirigente conservador en conferencia de prensa en la sede del PP.
“Me gustaría gobernar con un apoyo suficiente, pero, si no es posible, gobernaremos con los apoyos que nos han dado los españoles y supongo que algunos pactos puntuales”, añadió Rajoy quien advirtió que sería “grotesco” e “inaudito” que le impidieran gobernar y que España se viera abocada a unas terceras elecciones.
El líder del PP inauguró la jornada ofreciendo una “gran coalición” al PSOE, al que mantiene la mano tendida.
“Ha ganado el Partido Popular y ha ganado el Partido Socialista”, remarcó Rajoy, después de reforzarse con 14 diputados más, llegando a los 137 con un 33% de los votos, un porcentaje que supera el techo marcado por todos los sondeos.
El PSOE de Pedro Sánchez, por su parte, logró mantenerse como segunda fuerza con 85 escaños, 5 menos que hace seis meses, pero también lejos del augurado “sorpasso” (adelantamiento) de la coalición de izquierda Unidos Podemos, que se quedó lejos de las expectativas generadas, al situarse tercero con exactamente los mismos escaños que tenían Podemos e Izquierda Unida (IU) por separado, 71.
“Hablaré con todas las fuerzas políticas, pero hablaré primero con el PSOE, que sigue siendo la segunda fuerza política de este país”, anunció Rajoy en la radio Cope.
El PSOE, no obstante, descartó oficialmente apoyar al gubernamental PP, en una rueda de prensa del portavoz Antonio Hernando, quien insistió en que corresponde a la formación conservadora -como ganadora de los comicios- intentar formar gobierno.
Poco antes, el secretario de Organización de los socialistas, César Luena, había declarado en línea similar que no van a apoyar a Rajoy “ni por acción ni por omisión”.
“Los votos que recibimos son para cambiar las políticas injustas y antisociales del PP”, añadió el dirigente del PSOE en declaraciones a la radio Cadena Ser, sin dar más detalles de su estrategia.
A diferencia de lo que ocurrió el 20 de diciembre, el domingo a la noche Sánchez no se atrevió ni a sugerir que iba a dar un paso adelante para formar un gobierno progresista alternativo al PP, ya que sus resultados, que son los peores de la historia del PSOE, le sirvieron para salvarse pero lo dejaron muy lejos de la posibilidad de ser presidente del gobierno.
Sánchez salió reforzado al haber remontado las encuestas, pero su partido está dividido y ya afronta fuertes presiones internas para que ceda ante el PP.
“Tiene que haber cuanto antes un gobierno presidido por Rajoy”, dijo el presidente regional de Extremadura, el socialista Guillermo Fernández Vara, quien cree que sería un “error” que Sánchez intente formar gobierno.
Ni Pablo Iglesias, candidato de Unidos Podemos, propuso esa posibilidad, aunque luego de mostrarse el domingo a la noche sumamente decepcionado por los resultados obtenidos -perdieron más de un millón de votos- dijo que seguiría trabajando “a favor de un cambio progresista”.
No obstante, el Secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, dio por hecho que habrá pacto en la derecha: Todo apunta a que vamos encaminados a un gobierno el Partido Popular”, sostuvo.
En cambio, su socio en Cataluña, el candidato de En Comú Podem, Xavier Doménech, no descartó del todo la opción progresista: “Aritméticamente aún hay una opción de gobierno de cambio”, si pactan PSOE, Unidos Podemos, y las fuerzas “soberanistas” de Cataluña y el País Vasco.
Los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) obtuvieron 9 y 8 escaños respectivamente, los mismos resultados que en diciembre; el Partido Nacionalista Vasco (PNV) bajó de 6 a 5 escaños, y los independentistas de Bildu mantuvieron los dos que tenían.
Pero si en diciembre la posibilidad de sumar a los independentistas para llegar a una mayoría de izquierda resultaba imposible por la negativa del PSOE, ahora nada indica que se pueda producir un giro en ese sentido.
En cambio, Rajoy tiene más opciones. Ciudadanos, que quedó en cuarta posición con 32 escaños y ha sido el más perjudicado por el ascenso del PP, podría terminar apoyándolo junto con el PNV y Coalición Canaria, lo que dejaría al PP a un escaño de la mayoría absoluta.
De hecho, Albert Rivera mareó este lunes un poco las cosas diciendo primero que “nunca hubo veto a Rajoy” de su parte, y luego ratificando que no le dará su apoyo ni entrará en un gobierno con nacionalistas.
“No haré presidente a Rajoy”, dijo Rivera, contundente, para luego insistir en una mesa de negociaciones tripartita entre PP, PSOE y Ciudadanos, para “hablar de reformas y no de sillones”.
El presidente en funciones recordó que el 19 de julio se constituye el nuevo Parlamento y espera dentro de un mes tener “un acuerdo de mínimos”.
“A mí me gustaría que en un mes fuésemos capaces de hacer algo razonable y no perder más el tiempo y facilitarles las cosas al rey”, indicó este lunes a la mañana un Rajoy ambicioso, que baraja la posibilidad de conseguir un acuerdo previamente a que se inicien las consultas formales con Felipe VI, quien tiene que designar al candidato a la Presidencia del gobierno para que busque el apoyo del Parlamento. (Agencia Télam)