Recomiendan que niños menores de dos años no jueguen con celulares
Los niños menores de dos años deben reducir su exposición ante el televisor y pantallas de celulares y otros aparatos electrónicos, ampliar su actividad física y dormir más, recomendó la Organización Mundial de la Salud (OMS) a través de un informe emitido hoy.
Estos pequeños no deben ver televisión ni jugar con pantallas de celulares reportó la OMS a través de un informe que contempla recomendaciones para niños menores de cinco años, publicado este miércoles.
Comportamientos sedentarios como usar transporte motorizado, permanecer sentados en el pupitre escolar, mirar televisión o jugar con pantallas “son actividades cada vez más predominantes y están asociados con la mala salud”, detallaron en la guía.
Y agregaron que “el tiempo de sueño también influye en el bienestar físico. Dormir pocas horas está relacionado con el sobrepeso y la obesidad en la infancia y adolescencia y con problemas mentales entre los adolescentes”.
“Lo que tenemos que hacer es que los niños vuelvan a jugar”, explicó Juana Willumsen, responsable de obesidad infantil y actividad física de la organización.
Respecto al sobrepeso, la OMS explicó que “la falta de actividad física es un factor de riesgo que contribuye al sobrepeso. Se sabe que un 23% de los adultos y un 80% de los adolescentes obesos no se mueven lo suficiente, pero no hay datos comparables para niños pequeños. Sin embargo, se sabe que la primera infancia es un periodo de rápido desarrollo físico y cognitivo, en el que se adquieren hábitos y rutinas”.
“Mejorar la actividad física, reducir el tiempo de sedentarismo y asegurar al niño un sueño de calidad mejoran su salud física y mental, así como su bienestar general, previenen la obesidad y otras enfermedades” futuras”, explicó una de las responsables de la guía, Fiona Bull.
Según estudios disponibles, los beneficios de pasar menos tiempo viendo la televisión o jugando videojuegos incluyen la “reducción de adiposidad (grasa), mejor desarrollo motor y cognitivo y salud psicosocial”.
La actividad física debe comenzar en los primeros meses de vida.
Pasar 30 minutos al día boca abajo ayuda a los bebés a fortalecer el cuello y la espalda, mejora sus movimientos y reduce posibles deformaciones en el cráneo. También indicaron que “si los bebés pasan al menos cinco horas al día moviéndose libremente, se reduce el tejido adiposo”.
Además, la OMS distingue entre el tiempo que el niño pasa solo, frente a una pantalla, y el tiempo que pasa haciendo alguna actividad tranquila, pero acompañado de una persona adulta.
A esto lo denominan “tiempo de calidad”. Y agregaron que “leerle a un niño, contarle cuentos, cantarle o hacer rompecabezas ayuda con su desarrollo intelectual. El tiempo sedentario tiene que convertirse en tiempo de calidad. Leer un libro con un chico, por ejemplo, puede ayudarlo a desarrollar sus habilidades de lenguaje”, concluyó Willumsen.