Quilmes sorprendió a Peñarol en el inicio de la Liga
Empezó la temporada con un triunfo de Quilmes en el clásico ante Peñarol por 68 a 64. El Cervecero cortó la racha ante el campeón, que venía de ganarle tres al hilo. El miércoles vuelven a enfrentarse en el Polideportivo.
Ya se habían sacado la espina en los playoffs de la temporada anterior al ganarle tras seis años sin hacerlo en la Liga. Pero anoche la sensación previa era otra. Podían pelearla de igual a igual. Y el arranque de la temporada le dio la razón. Con un 68 a 64, Quilmes le ganó el clásico a Peñarol, el campeón 13/14.
Quilmes se le anima a jugar abajo ante la ausencia de Leiva. Diego Romero ataca el aro y saca provecho. Encima Gaby Fernández metió la mano temprano y sumó dos faltas rápido. Por el lado de Peñarol encontró donde hacer daño cuando Boccia se le posteó a Marin y le hizo unos cuantos puntos (9). De cualquier manera, el predominio de alguno de los equipos no terminó de asentarse en el arranque de la temporada. Al menos en el primer cuarto faltó sintonía fina para el canasto.
El Cervecero perdió la brújula en el arranque del segundo cuarto y eso ante el campeón se paga caro. Con mediacancha de estreno (Konztadt-Massarelli-Giorgetti) se escapó 26-14. Parecía que el partido se volcaba para el lado de Peña, pero una ráfaga de Quilmes con un parcial de 11-1 (27-25) volvió a poner lo en partido. Y a calentar la ncche. Porque la remontada coincidió con una par de escaramuzas que terminó con Leo Gutiérrez cortado en la frente y afuera del PT.
Un arranque a pura presión del equipo de Ramella lo puso por primera vez al frente 45-44. Baxley y Romero son los abanderados. En la urgencia, Gutiérrez vuelve a la cancha para manejar los tiempos del equipo. El juego es intenso, sanguíneo, cuesta aquietar el ritmo. Un triple de Sahdi acomoda el marcador. De ahí el cierre del cuarto no hay ventajas posibles.
Apenas tres puntos cada uno en los primeros 5´. Hasta que un triple de Maciel, otro de Clark y un doble de Cequeira destrabaron la ofensiva para el 56-64. Ahí casi lo quiebra el Cervecero porque Peñarol seguía intentando con el tiro a distancia pero no tenía rebote ofensivo. Pero entró en la confusión cuando el Milrayitas fue al roce. Y apareció Boccia para desequilibrar cerca del aro y con seis puntos poner al campeón a tiro (64-66). Pero no le alcanzó…
