viernes, noviembre 22, 2024
Tecnologia

¿Qué tan mala es en realidad la luz azul de tablets y celulares?

 

Hace tiempo que escuchamos hablar de la luz azul. Las computadoras primero, y los dispositivos móviles después, hicieron que nos preocupemos por esto. Los LEDs de nuestros celulares y tablets emiten esta clase de luz y, dado que nos acompañan desde que nos levantamos hasta (en mucho casos) minutos antes de dormirnos, es lógico que los expertos hayan querido estudiar su impacto.

De acuerdo a un estudio reciente realizado por la Universidad de Glasgow, los participantes con alteraciones en el sueño eran más propensos a sufrir depresión o desordenes bipolares. De estos, quienes se veían más afectados, de acuerdo a uno de los investigadores, eran los que utilizaban sus teléfonos móviles hasta altas horas de la noche.

A principios de año, en el Instituto de Salud Global de Barcelona vincularon los riesgos crecientes de cáncer de mama y próstata a la exposición a la luz azul por la noche. Sin embargo, aunque encontraron una asociación, aun es incierto si esta exposición causó la aparición de la enfermedad debido a una interrupción en el ciclo de luz/oscuridad.

Lo cierto es que las lámparas y pantallas LED proporcionan mayor cantidad de luz azul que las fuentes tradicionales de luz, como las bombillas incandescentes. Y también, que su uso se ha incrementado exponencialmente, con la cantidad de dispositivos y su uso, por ejemplo, en la cama. También es interesante destacar que la luz LED es más eficiente, emitiendo menor calor que las incandescentes.

l Dr. Pablo López, miembro del Departamento de Psicoterapias Cognitivas de INECO (M.N. 36163) sostiene que “el tema de la luz azul es un debate viejo en realidad, proviene de la época de la discusión entre ‘televisor sí o televisor no’ en el dormitorio”.

“Si bien existen varios estudios sobre el sueño, técnicamente el hecho no es la luz azul en sí misma sino la forma en que impacta la actividad en cada persona”, explica. El experto en neurociencias y estés indica que este tipo de iluminación es, en realidad, una variable más en el análisis del trastorno del sueño.

“Se analiza el tema de postergar el inicio del sueño, que ya de por sí genera un impacto adicional. La cuestión a analizar es, en realidad, por qué nos acostamos más tarde, por qué estamos activos más tarde. El foco se coloca en las rutinas más inestables”, precisa.

En este sentido, considera que, quienes tienen problemas para dormir, no deberían realizar actividades que las distraigan, como mirar una tablet o un smartphone en la cama. “Para quien tenga una predisposición, el utilizar estos dispositivos o jugar videojuegos o, básicamente, cualquier cosa que haga en lugar de dormir en el momento correcto le producirá dificultades. Es preciso revisar las vulnerabilidades de cada persona”, concluye.

Fuente: TN

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