Qué es la crononutrición y cómo ayuda a mejorar el metabolismo y la salud
La obesidad y la diabetes se convirtieron en las dos pandemias mundiales del siglo XXI. Tratarlas -y erradicarlas- depende de cuestiones como fuerza de voluntad, genética, ayuda profesional, cambio de hábitos, entre otros. Pero ahora se supo que, además, tiene que ver con conocer de qué se trata la crononutrición.
En el marco del 21º Congreso Internacional de Nutrición que se llevó a cabo en Buenos Aires, los doctores Frank A.J.L. Scheer, del Brigham & Women’s Hospital y de Harvard Medical School, la doctora Carolina Escobar, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México y el doctor Diego Golombek, del Departamento de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Quilmes donde dieron a conocer los avances en el estudio de la crononutrición y su importancia para combatir, entre otras cosas, enfermedades epidémicas como la obesidad y la diabetes.
Además, se abordó el impacto que los horarios de ingesta de alimentos tienen sobre la alteración de los ciclos circadianos y su implicancia en el desarrollo de enfermedades metabólicas.
En este sentido, los especialistas explicaron que existe una alta prevalencia de enfermedades metabólicas en países en donde los comportamientos circadianos se encuentran alterados, incluyendo hábitos poco saludables como saltarse el desayuno, comer a deshoras, rápidamente y en forma desordenada.
Pero, ¿qué es la crononutrición? Los seres humanos tienen un sistema de reloj circadiano que establece a lo largo del día los tiempos para diferentes procesos fisiológicos en función de los cambios ambientales diarios. De esta forma el reloj interno indica mediante sus hormonas y metabolismo, cuándo es momento de comer, dormir, etc.
También en función de la ingesta de alimentos el reloj interno establece ritmos para las funciones básicas del organismo, tales como la digestión y absorción de nutrientes. Así, la crononutrición es una disciplina emergente que se basa en la relación que existe entre el metabolismo humano y el reloj circadiano interno, empleando su estudio en beneficio de la salud para revertir o prevenir enfermedades.
Una dieta excesiva, desordenada o períodos de ayuno prolongados, así como comidas nocturnas fuera de horario pueden alterar los ritmos circadianos y conducir, con el paso del tiempo, a desórdenes metabólicos. También determinados nutrientes pueden afectar el funcionamiento del reloj biológico, como una dieta alta en grasa, carbohidratos de elevado índice glucémico, exceso de sal y la cafeína los principales componentes que pueden modificar los mismos. Asimismo, los trabajos nocturnos que van al revés de lo que el reloj interno indica, pueden afectar el metabolismo y alterar las hormonas del hambre y la saciedad que tientan a comer más y peor.
“La crononutrición es la ciencia que concluye que la alteración de nuestros ritmos circadianos puede afectar nuestro estado nutricional y conducir a obesidad y síndrome metabólico principalmente. De igual forma, basar nuestros hábitos en el reloj interno podría ser de ayuda para perder peso y cuidar la salud”, destacó Escobar.
Vida diaria y crononutrición
El respeto por los relojes internos del organismo conlleva entre otras cosas aprender a distinguir entre hambre y apetito. Saber cuándo se tiene hambre realmente hará que se coma acorde al reloj interno, sólo cuando de verdad hacen falta de nutrientes y energía.
También es de mucha ayuda mantener horarios regulares de comidas, de manera que el cuerpo sincronice relojes con las ingestas así como también ir a dormir relativamente a un mismo horario. Evitar largos períodos de ayuno y comer más en las primeras horas del día también son consejos para aplicar la crononutrición a la vida diaria. Otro aspecto clave es dormir lo suficiente, entre seis y ocho horas. Tener una dieta equilibrada y saludable con buenos nutrientes y sin excesos es fundamental para que el reloj interno no se vea alterado por un excesivo consumo de azúcares o hidratos de fácil absorción por ejemplo.
Para cuidar la salud junto al funcionamiento del metabolismo es fundamental respetar los relojes internos siempre que sea posible.
“El momento del día en que comemos, ¿es tan importante como lo que comemos?”, se preguntó Escobar. A lo que respondió: “Sí, todos los órganos de nuestro cuerpo cambian sus funciones dependiendo si es de día o de noche. Si la hora de la comida no es la adecuada, puede dar origen a un mayor nivel de triglicéridos, glucosa e insulina, favoreciendo así el sobrepeso. El estilo de vida moderno que incluye luz por la noche, desvelo habitual, comida por la noche, aparatos electrónicos, trabajo nocturno, cambios de horario por viaje entre otros, pueden modificar la cantidad y calidad del sueño, generando consecuencias en el control de peso”.
Y finalizó: “La recomendación es que la comida más abundante del día se realice antes de las tres de la tarde. La luz por la noche altera los ritmos circadianos pudiendo dar origen al desarrollo del sobrepeso y síndrome metabólico. La alteración del sistema circadiano por factores como luz por la noche, hora de actividad y hora de alimento puede dar origen a la obesidad”.
Fuente: Infobae