“Puñal”, de Dante Spinetta: Canciones escritas con el corazón desangrado
Así será, el último tema de Puñal, es una de las mejores canciones que hayan sido grabadas en los últimos años. Y los últimos años son muchos. Punto y aparte.
Una guitarra acústica inaugura el nuevo álbum de Dante Spinetta, con Mísitca; un falsete, una interjección… “Hoy el tiempo estalló/ quebrada tu voz/ le hablaba al destino/ suéltame ya”, canta en el primero de sus 13 capítulos.
Hay un sonido propio en este nuevo inicio solista del Illya Kuryaki, que se aleja del dúo al mismo tiempo que deja en evidencia que su pasado tiene un punto de partida que está en algún lugar anterior a su cuna.
Mi vida, la segunda estación de este viaje personal -así describió su autor a Puñal-, es urbana, es balada y es rock; en ese orden y en proporciones decrecientes. Hay de todo eso, como marco de una desgarrante exposición de heridas de amor. “Eres parte del infierno/ del cual no puedo escapar”. Y hay más.
La tríada rock-balada-música urbana aparece también en Pesadilla, pero al revés. “Llevo a Buenos Aires hasta bajo de la piel”, canta Dante sobre un riff que en las tierras del IKV convive sin problemas con su rapeo.
Será que de todo eso está construido el Dante que supimos conocer, y que se revela en mayor plenitud aún en Puñal (el tema), en el que el pop latino se mezcla una vez más con lo urbano y con aires de nuestro rock. Y con un “Prince” en la guitarra que desangra el final.
El buen maridaje -ahora que está de moda la palabra- de Spinetta con el formato acústico y las cuerdas (aquí arregladas por el ex Spinetta Jade, Leo Sujatovich) viene de lejos; quizá Hermoza From Heaven es la primera revelación, en ese sentido. Y 22 años después, Soltar actualiza esa fructífera combinación.
“La luna se durmió bajo tu cuerpo y eclipsó nuestra piel.” Desnuda, la voz de Dante va al encuentro de las cuerdas para llenar de imágenes y lugares comunes una hermosa canción de amor que deriva en Laberinto. Entonces, el beat crece hasta derivar en un colchón de cuerdas casi empalagoso, para volver a empezar. La fórmula está; lo importante es saber usarla a favor. Y Spinetta lo logra con frecuencia.
La verdad es también parte de una fórmula; en este caso, la menos afortunada de las que Spinetta aplica en Puñal. Esta vez, los lugares comunes -la resistencia, las rimas desafiantes…- restan más de lo que suma.
“Out! Well well! Yeah yeah yeah! Ahj! (…) Cuántas veces me juzgaste por mi apariencia; hablás mierda a mis espaldas…“ Supremacía, funkera y groovera, se relame las heridas de amor desde la bronca de dientes apretados. Y Toda mi fe, acústica y rapera, con Rafa Arcaute en teclados, daría para un buen dueto con…Abel Pintos.
Una psicodelia hendrixiana siglo XXI envuelve a Salta la cruz. A propósito, ¡qué bien toca la eléctrica Dante! “Alcanzaré la luz”, anuncia. Buen inicio para una recta final que tiene en Te pido una balada más, que habilitaría no más que un “bueno” en la calificación. Pero claro, falta Así será. Y el upgrade es inevitable. (Clarín)
