viernes, noviembre 22, 2024
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Prevención e información, las claves para cuidar la salud sexual

Cada año, más de 1 millón de personas en todo el mundo contraen enfermedades de transmisión sexual (ETS) como Clamidiasis, Sífilis, Gonorrea, Tricomoniasis, Hepatitis B, Virus del Herpes, VIH y Virus del papiloma humano (HPV), siendo esta última una de las ETS más comunes. Así lo recuerdan expertos en vísperas del Día Mundial de la Salud Sexual, que se conmemora el 4 de septiembre.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud sexual comprende el bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad, un aspecto troncal en la vida del ser humano. En este sentido, es importante conocer el espectro de ETS, así como sus formas de transmisión, para tomar medidas de prevención al relacionarnos sexualmente.

“En primer lugar, debemos destacar que entendemos por contacto sexual la vía vaginal, oral y anal, pero a su vez, algunas ETS también se transmiten por transfusiones de sangre o productos sanguíneos y de madre a hijo durante el embarazo o el parto”, detalló la doctora María Valeria El Haj, Directora Médica de vittal.

Además, la profesional destaca que “una persona puede tener una ETS sin manifestar síntomas de enfermedad” y describe que entre los signos de alerta se encuentran: flujo vaginal anormal en cuanto a color, olor o volumen, en el caso de las mujeres, y secreción uretral, ardor, úlceras genitales y dolor abdominal en los hombres.

Como medidas preventivas primarias, la educación sexual integral es fundamental y comprende educación sexual adaptada a las necesidades de los adolescentes, asesoramiento sobre prácticas sexuales más seguras y reducción de riesgos, promoción del uso de preservativos (ya que son uno de los métodos de protección más eficaces contra las ETS), y educación a los consumidores de drogas, principalmente a aquellas personas  que se inyectan y comparten agujas u otros elementos durante el consumo.

Por su parte, las infecciones bacterianas como clamidiasis, gonorrea y sífilis, y una parasitaria (tricomoniasis), tienen tratamiento y son curables. En tanto, los antivíricos para tratar el herpes y el VIH pueden atenuar la evolución de la enfermedad, pero no curarla; mientras que los moduladores del sistema inmunitario pueden frenar los daños al hígado causado por el virus de Hepatitis B. En este último caso y en el del Virus del Papiloma Humano, existen vacunas seguras y muy eficaces para prevenir su transimisión.

– La vacuna del VPH está destinada a las niñas de 11 años nacidas a partir del año 2000, y a varones de la misma edad nacidos a partir de 2006, con el propósito de disminuir la incidencia y mortalidad por cáncer cérvico-uterino (CCU), además prevenir otras lesiones.

– La vacuna de la Hepatitis B también forma parte del Calendario Nacional de Vacunación. La primera dosis se aplica a los recién nacidos en las primeras 12 horas de vida, y luego se hace un refuerzo mediante la vacuna quíntuple, con una primera dosis a los 2 meses, la segunda a los 4 meses y la tercera dosis a los 6 meses del niño o niña. En el caso de los adultos que inician tardíamente su esquema de vacunación, se aplica una primera dosis, la segunda al mes y la tercera a los seis meses de la primera aplicación.

Fuente: Docsalud

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