Portugal sigue luchando contra el peor incendio del verano
Portugal continúa hoy trabajando con la meteorología en contra para extinguir el incendio declarado el sábado en Vila de Rei, en el centro del país, que se extendió al municipio vecino de Mação y se ha convertido en el más complicado de este verano.
A pesar de que Protección Civil da por controlado gran parte del área del fuego, cuyo perímetro superó los 50 kilómetros, la preocupación se mantiene ante el empeoramiento de las condiciones meteorológicas a lo largo del domingo, que dificultó las labores de extinción e hizo avanzar las llamas.
“Nos espera un intenso trabajo”, señaló el comandante Luís Belo Costa ayer en rueda de prensa, que reconoció que la situación se mantiene “muy grave” y lamentó el aumento de las temperaturas y el cambio de la dirección del viento.
Unos 800 bomberos participan en las labores de extinción del fuego, cuya violencia hizo que se extendiese hasta Mação, donde “la situación es complicada, con muchas reactivaciones”, según explicó en declaraciones el alcalde, Vasco Estrela. El fuego ya ha arrasado casi 3.000 hectáreas en este municipio, avanzó Estrela, que explicó que en total afecta a 11 aldeas.
Las autoridades no han ofrecido todavía cifras oficiales del alcance total del incendio, pero el Laboratorio de Fuegos de la Universidad de Trás-os-Montes calcula, según medios locales, que ya ha arrasado 8.500 hectáreas.
En Sarnadas, una de las aldeas de Mação afectadas por el incendio, los bomberos eran ayudados en la extinción por los vecinos, que se quejaban de la tardanza en llegar a la zona de los medios aéreos.
“Antes apagábamos los fuegos los vecinos y ahora, con tantos medios, los fuegos no se apagan”, dijo a EFE una vecina, Lourdes, mientras llenaba cubos de agua en una fuente municipal, que aseguró que los aviones llegaron cuando las llamas estaban casi en su casa.