viernes, noviembre 22, 2024
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¿Por qué se extinguieron los neandertales? La respuesta es muy sencilla

 

El hombre de Neandertal apareció en Europa hace unos 400.000 años. Y durante un tiempo, entre 51.000 y 39.000 años, compartió el espacio con el hombre moderno. Pero al final de ese período sólo quedó el homo sapiens.

Los científicos han especulado sobre las razones de la extinción del homo neanderthalensis. ¿Había algo en su ADN que los hizo más vulnerables? ¿Fuimos nosotros más inteligentes o capaces de asegurar el alimento? ¿Hubo un brusco cambio climático al que no se pudo adaptar?

La búsqueda de una causa distintiva terminó con la publicación de una nueva hipótesis en la revista Nature: “Aquí mostramos que una cuadro de migración y un cambio neutro desde el punto de vista de la selección de las especies predice el reemplazo de los neandertales”, dice el trabajo que encabezaron los biólogos evolucionistas de la Universidad de Stanford Oren Kolodny y Marcus Feldman.

El nuevo modelo presenta una “alternativa austera” a la idea de algún factor externo o una ventaja selectiva, se explica: no fue necesario un cataclismo ni tuvo el hombre moderno alguna superioridad sobre aquellos primos homínidos. Simplemente, la dinámica poblacional causó su extinción.

“Todo el mundo buscaba una explicación especial sobre por qué una especie llevó a la extinción de la otra”, dijo Kolodny a The Washington Post. Pero el científico comenzó a explorar el camino opuesto, luego de que él y muchos otros no lograran nunca encontrar esa razón impecable: ¿y si no la había?

La propuesta que resultó “es el modelo más simple que podemos crear sin suponer nada difícil de probar, como la selección o el cambio climático”, agregó. Nada más —y nada menos— que lo que “hubiera pasado por defecto”.

El estudio desarrolló además: “Sugerimos que aunque la selección y los factores ambientales pudieron o no haber jugado un papel en la dinámica entre las especies del Neandertal y el humano moderno, el reemplazo eventual del Neandertal estaba determinado por la migración recurrente de los humanos modernos desde África hacia Eurasia”.

Los investigadores utilizaron los datos conocidos sobre los tamaños de las poblaciones de estos antiguos homínidos y los patrones de migración. También incluyeron en el cálculo el funcionamiento habitual de la ecología, lo cual implica, por ejemplo, que dos especies no pueden compartir el mismo nicho. Así simularon las interacciones entre el homo neandertalensis y el homo sapiens en Europa durante el Paleolítico.

“Al comienzo de la simulación, Europa está habitada por ‘bandas’ de neandertales que se mueven al azar. Cada vez con más frecuencia, una banda de humanos modernos migra desde África y se une al desorden europeo”, explicó la periodista Sarah Kaplan en The Washington Post. “Las bandas de las dos especies tienen la misma probabilidad de desplazar a la otra: ninguna tiene una ventaja desde el punto de vista de la selección natural”.

Dado que los homínidos son generalistas, no se especializan para crear un nicho similar pero diferente, una de las dos especies tenía que terminar extinguida al final de cada simulación. Además, no hay pruebas arqueológicas que apunten a la superioridad del hombre moderno, ya que para los estándares paleolíticos los neandertales eran sofisticados: creaban herramientas y joyas, decoraban las cavernas, cuidaban a los enfermos y los ancianos.

“Kolodny y Feldman realizaron la simulación cientos de miles de veces, cada vez cambiando los valores de numerosas variables diferentes para reflejar la incertidumbre de los científicos sobre este período de la historia humana”, esribió Kaplan. “Pero en la gran mayoría de los casos, bajo una gran gama de variables, la situación terminaba con la extinción de los neandertales en unos 12.000 años”. El goteo constante de la inmigración del humano moderno desde África fue más de lo que pudo soportar su antepasado.

Lo destacable del trabajo es que, sin descartar que el homo sapiens pueda haber tenido alguna ventaja que se desconoce, o que un cambio climático haya intervenido, prueba que el destino del hombre de Neandertal no hubiera cambiado. “Inclusive sin selección o cambio ambiental, el final hubiera sido el mismo. Es una distinción sutil pero importante”, dijo Kolodny.

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