Por qué la solución a la escasez de órganos para trasplantes puede estar en el espacio
Ahora imaginen que ese laboratorio está flotando en el espacio a cientos de kilómetros sobre la superficie de la Tierra.
Puede parecer ciencia-ficción, pero podría traer nuevas esperanzas para los pacientes de trasplantes en la próxima década.
En 2017, se realizaron unos 7.600 trasplantes de corazón en todo el mundo. Sin embargo, hay una grave escasez de órganos disponibles. Miles de personas engrosan las listas de espera, muchas de las cuales mueren.
Los intentos para crear corazones humanos en laboratorio son prometedores. Pero topan con un obstáculo: la necesidad de que los órganos crezcan alrededor de una estructura para asegurarse de que no se desmoronan durante el proceso. Retirar el corazón ya completo de la estructura está demostrando ser un desafío.
Sin embargo, la empresa de tecnología espacial Techshot cree que la gravedad cero podría ser la solución a este problema.
La Estación Espacial Internacional (EEI) está en constante caída libre. Eso implica que todo lo que hay en el interior experimenta una ingravidez efectiva, conocida técnicamente como microgravedad.
Esto significa que los órganos podrían crecer sin la necesidad de ningún andamio, cree Rich Boling, vicepresidente de la empresa.
En Techshot están convencidos de que algún día se fabricarán y se comercializarán corazones para trasplantes.
Desarrollado en colaboración con la NASA, la Bio-Fabrication Facility de Techshot es un dispositivo del tamaño de un microondas que utiliza técnicas de impresión 3D para crear parches para el corazón utilizando las células madre del paciente.
Está previsto que se lance a la EEI en la misión SpaceX CRS-18, programada para mayo de 2019.
El objetivo es producir corazones humanos completos en el espacio.
Todo esto llevará tiempo, por supuesto. No se espera que la fabricación de órganos completos comience antes de 2025. Conseguir la regulación legal de estos órganos podría llevar otros 10 años, según la compañía.
Cada unidad tendrá un par de metros de ancho y permanecerá en órbita entre 10 y 30 días antes de regresar a la Tierra con los productos que haya fabricado.