¿Por qué es peligroso limpiarse los oídos con hisopos?
Además de lesiones en los oídos, usar bastoncitos puede ser contraproducente al aumentar el riesgo de que se cree un tapón de cerúmen, al empujar la cera hacia el interior del conducto auditivo.
¿Por qué no hay que limpiarse los oídos?
Mucha gente cree que la cera del oído es algo sucio, desagradable o innecesario y se limpia los oídos regularmente. Pero la cera está ahí por un motivo y si la retiramos estamos interfiriendo con un proceso natural y necesario de nuestro cuerpo.
Producimos cera para mantener los oídos lubricados, limpios y protegidos de agentes externos.
De hecho, normalmente los oídos se autolimpian sin ayuda externa.
La suciedad, el polvo y otras materias pequeñas se pegan al cerúmen del oído, cuya función es evitar precisamente que se adentren por el canal auditivo. De una manera natural y continuada el oído se va autolimpiando desde adentro hacia afuera.
Al masticar, mover la mandíbula y con el nacimiento de piel nueva en el canal auditivo la cera “vieja” del oído es empujada hacia afuera, y después se descascarilla o cae durante el baño o ducha habitual.
“Cualquier cosa que entre en la oreja puede causar daños graves en el tímpano y en el canal auditivo, con el potencial de causar lesiones temporales o permanentes”, advierte.
La Academia Estadounidense de Otorrinolaringología recomienda:
No limpiarse excesivamente el oído para no causar una irritación de la piel del canal auditivo ni aumentar la acumulación de cera
No introducir en el oído nada que sea más pequeño que el codo: ni hisopos o bastoncitos, ni llaves, ni palillos, ni pinzas, ni clips…
No usar velas para limpiar los oídos. Este método con frecuencia se presenta como una manera alternativa de higiene en los oídos
Consultar con un médico si hay síntomas como pérdida auditiva, dolor o sensación de oído tapado. La secreción de líquido o el sangrado no son síntomas de un tapón de cera y también deben ser evaluados por un médico. (BBC News)