Por primera vez en el año, la inflación cerró por debajo de 2% mensual
En noviembre hubo una desaceleración por la recesión y la tranquilidad en el mercado cambiario.
Noviembre cerró con la menor inflación del año. De acuerdo con las estimaciones privadas, por primera vez en lo que va de 2014 el costo de vida en el mes que acaba de terminar se ubicó por debajo de 2%, de la mano de la recesión y la tranquilidad en el mercado cambiario.
Para encontrar un índice mensual más bajo hay que retrotraerse a mayo del año pasado, cuando Guillermo Moreno comandaba la marcha de la economía desde la Secretaría de Comercio Interior y la inflación real llegaba a 1,6%. Sin embargo, los economistas privados alertan que no hay muchos motivos para festejar. “Noviembre cerró con el nivel de inflación más bajo del año, en torno a 1,8 o 1,9%, y se trata de un premio consuelo del impacto de la recesión. Pero lo más grave es que no hay ninguna señal que indique que este ritmo se pueda proyectar a todo 2015”, señaló el economista Carlos Melconian.
“Durante los últimos seis meses la inflación se mantuvo estable cerca de 2%. Tras haber tocado su pico en febrero, con un registro mensual anualizado de 95%, abril fue el último mes en registrar una inflación mensual anualizada superior a 30%”, asegura Luciano Cohan, economista jefe de la consultora Elypsis.
Según el índice de precios que confecciona Elypsis sobre la base de un relevamiento de más de 300.000 precios online, en la tercera semana de noviembre el costo de vida tuvo un aumento de 0,5%, y de esta manera acumuló en las últimas cuatro semanas un incremento de 2,01%.
El economista Miguel Bein también coincide a la hora de destacar la desaceleración de la inflación, y dice que se está logrando, aunque sea en parte gracias al dólar más tranquilo. “Este nuevo escenario se explica porque se desactivaron las expectativas de devaluación, lo que también tuvo un impacto en la inflación, que está cerrando noviembre con una suba de 1,6%”, sostuvo.
Con la mayoría de los indicadores económicos con resultados negativos -desde la producción industrial hasta el nivel de empleo, pasando por la venta de bienes durables y el consumo en supermercados-, el gran interrogante es por qué la inflación sigue claramente por encima de 1,5%. “La inflación no sólo es determinada por el nivel de actividad, sino también por las expectativas de inflación. Justamente, las expectativas son las que aseguran un piso muy elevado”, señaló Diego Giacomini, economista de la consultora Economía & Regiones. “Las expectativas de inflación se trasladan a precios instantáneamente y su impacto es directo y pleno, no como el nivel de actividad y el desempleo, que impactan en forma indirecta y con retraso. Es más: si la gente espera más inflación, ésta se acelerará por más que caiga la economía y se incremente el desempleo”, agregó Giacomini.
La desaceleración de la inflación ya había sido anticipada en los últimos días por funcionarios del equipo económico. “Nuestro índice lleva acumulado 21 (por ciento), cerrará este año, no sé si en 24 por ciento. Habrá que ver cómo evoluciona, faltan noviembre y diciembre, pero aproximadamente es ese número”, calculó el ministro de Economía, Axel Kicillof. Por su parte, el secretario de Comercio, Augusto Costa, sostuvo que 2014 cerrará con una inflación cercana a 23 o 24 por ciento.
Tanto Kicillof como Costa aprovecharon sus estimaciones para cargar contra las mediciones de las consultoras privadas. “Intentan instalar que es 40 por ciento, con una intencionalidad política muy clara. Aun los índices de ellos dan en los últimos seis meses 2 por ciento por mes. Si uno toma eso, da en el año 24, 25. Entonces, ¿donde está el 40?”, se preguntó el ministro.
EL CONSUMO SIGUE EN BAJA
La reactivación del consumo se hace esperar en las góndolas. En octubre, las ventas de los productos de la canasta básica sufrieron una caída de 1,2% en volumen, según informó CCR. En la consultora destacaron que el mes cerró con resultados mixtos según el canal. Los supermercados tuvieron una evolución positiva, con un incremento de 1,2% en sus ventas, que contrasta con la baja de 3,2% que sufrió el llamado canal tradicional (almacenes, quioscos y despensas barriales).
Fuente: La Nación.