Por miedo a que lo violen, Fernando Benítez pidió el traslado a un penal evangélico
El acusado por secuestrar y abusar de varias mujeres dijo que fue amenazado por otros reclusos.
A finales de marzo, el clan Benítez decía tener miedo luego de caer y que trascendiera las atrocidades que les realizaban a Aldana García y Andrea Santa Cruz. Por eso pidieron no quedar alojados en ninguna comisaría. Casi dos meses después, el único que sigue preso es el mayor de los hermanos y afirma estar asustado de que lo violen.
En las últimas horas, Fernando Benítez fue trasladado, a pedido suyo, al pabellón evangélico del penal de Villa Floresta. La medida se tomó después de que, a través de su abogado, diera a conocer que había recibido nuevas intimidaciones por parte de los otros reclusos.
El acusado de los delitos de “privación ilegítima de la libertad, abuso sexual con acceso carnal reiterado y suministro de estupefacientes a título gratuito agravado”, además de “homicidio en grado de tentativa”, buscó así evitar un posible ataque sexual y consideró que en el sector “religioso” de la cárcel recibiría la contención y el apoyo que necesitaba.
Por su parte, la madre del acusado, María Esther Llanos, al igual que su hermano Gonzalo, recuperaron la libertad por “falta de mérito”, aunque seguirán vinculados al proceso mientras dure la investigación.