“Pizzadilla”, la nueva monstruosidad gastronómica británica
Comienza con una mezcla de comino molido, mostaza en polvo, aceite y azúcar moreno, y se convierte en una horripilante pizza frita rellena de pollo asado y queso. La «Pizzadilla» es una receta recientemente lanzada en el sitio de noticias y recetas de comida británica Twisted Food, que desde entonces se ha vuelto viral por todas las razones equivocadas.
En un extenso video paso a paso, los espectadores pasan por un proceso de cocción ridículamente detallado que incluye marinar seis pechugas de pollo, cortarlas y volver a marinarlas después de hornearlas durante una hora, luego cubrirlas con capas de queso y mientras que esa mezcla estilo Frankenstein se enfría durante una hora, los espectadores cuentan con las instrucciones para hacer una salsa ranch, para aderezarlo.
Después de pasada una hora, las capas de tortilla se cortan en rodajas, se cubren con harina, se bañan en seis huevos batidos, se recubren con pan rallado y se fríen en aceite.
El toque final, llega con un agregado de salsa de pizza, mozzarella y pepperoni, y luego se cocina en el horno durante cinco minutos para que la Pizzadilla alcance su clímax crujiente y frito de ingredientes desagradables que nunca deberían ir juntos.
«Está bien, pero solo quiero saber POR QUÉ ?????», expresó el usuario @khaltkom en un tuit que muestra el video de varios pasos, que obtuvo más de 4.000 retuits y 18.000 me gusta.
«¿Qué están tratando de probar con esta abominación?», respondió otro usuario.
«Casi vomito unas 18 veces mientras veía esto», dijo otro.
— Shay Spence (@chezspence) August 26, 2019
Según los cálculos de The Guardian, el repugnante plato totaliza al menos 7.275 calorías, más de tres veces la ingesta calórica diaria recomendada.
Pero eso no incluye las calorías de la fritura, que sumaría aproximadamente 1.000 calorías de aceite absorbidas por las migas de pan.
Shay Spence, el editor de alimentos de la revista People pasó unas seis horas preparando esta monstruosidad. Primero acudió al supermercado y compró todos los elementos desplegados en el video, invirtiendo la friolera de 80 dólares en el inmundo plato. La reacción del chef improvisado se ha tornado en otro viral.
Spence desmenuza una porción de la pizzadilla, la unta en una poco apetecible salsa agria, y la degusta con pavor y espanto. Los segundos posteriores son la viva imagen de un hombre arrepentido de cada decisión que le ha llevado hasta allí: le entran arcadas, intenta escupir lo degustado, y finaliza el clip exigiendo a su cámara que corte la emisión. El siguiente paso es conocido por todos aquellos que han degustado cualquier aberración a las cuatro de la mañana: el vómito. Más tarde, lo describió como «una de las cosas más aberrantes que he comido».