Piden mayor capacitación a equipos médicos y de seguridad para emergencias en salud mental
Funcionarios y especialistas en salud mental coincidieron hoy en la necesidad de promover más capacitaciones a equipos médicos y a las fuerzas de seguridad para intervenir en episodios de crisis en personas con padecimientos mentales, a partir de lo ocurrido con el músico Santiago “Chano” Moreno Charpentier, y resaltaron la importancia de la Ley Nacional de Salud Mental.
Silvia Bentolila, médica psiquiatra e integrante del equipo regional de respuesta permanente a emergencias sanitarias de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), explicitó -respecto al caso de “Chano”- que no es correcto hablar de un brote psicótico sin un diagnóstico de un especialista, y que lo que se vio fue una “crisis de excitación psicomotriz”.
El origen de una crisis de excitación psicomotriz puede ser múltiple y puede estar “ligado a cuadros que se denominan psicosis, a consumos excesivos como también a una situación de abstinencia”, detalló la psiquiatra.
“Son situaciones transitorias, en las que, al igual que el equipo médico, las fuerzas de seguridad -que suelen tener un papel relevante en esos momentos- deben estar entrenadas especialmente”, aseguró Bentolila.
En este sentido, Julieta Calmels, psicóloga y subsecretaria de Salud Mental, consumos problemáticos y violencias del Ministerio de Salud bonaerense, aseguró que “siempre lo recomendable es que cuando hay una situación de salud mental intervenga un equipo de salud especializado para poder evaluar la situación e intervenir de la mejor manera, con el personal capacitado”.
Calmels explicó que “en general estas situaciones tienden a poder resolverse de esta forma”, pero hay algunas -que no son las más frecuentes- “donde esa intervención del personal de salud no alcanza, entonces se pide acompañamiento o ayuda a las fuerzas de seguridad”.
Para ello -agregó- existe “un protocolo nacional, de 2013, que plantea una modalidad de intervención específica ante casos de problema de salud mental”, al cual consideró como “un protocolo valioso, del cual el Ministerio de Seguridad de la Provincia se inspiró para generar unas recomendaciones y a partir de las cuales formar a sus oficiales”.
La funcionaria consideró que es necesario que se hablen estos temas y que “hay que dar lugar al reclamo social que apunta a generar más accesibilidad y cercanía del sistema de salud con las personas” que tengan este tipo de padecimiento, para que sus problemáticas “cobren relevancia en la agenda pública”.
En este sentido, mencionó el trabajo que se está realizando en la Provincia de Buenos Aires respecto a la incorporación de equipos de emergencia de salud mental para 27 hospitales generales, la reforma de los hospitales neuropsiquiátricos y la creación de espacios intermedios, tal como establece la ley.
A partir de la visibilidad que adquirió el episodio del cantante, Calmels aseguró que “se está hablando de la ley con un nivel de ignorancia increíble, aún cuando se puede entrar a internet y leerla”.
En esta línea, Alfredo Kraut, reconocido abogado que reglamentó la Ley Nacional de Salud Mental y escribió apartados relacionados a la problemática en el Código Civil, expresó por su parte que estos casos mediáticos son utilizados “deliberadamente por sectores que perdieron poder con la ley y que todavía buscan que ésta decaiga”.
También indicó la importancia del artículo IV de la ley para casos como estos, ya que “incorpora a las adicciones como un problema de salud mental, que antes no era así”.
Kraut, que trabaja en la temática hace más de 30 años, aseguró que “nadie se imagina cómo era la salud mental en ese entonces” y que “las personas con padecimiento mental, internadas o no, eran el colectivo más abandonado de la sociedad”.
“Hasta hace muy poco tiempo estas personas no tenían ningún derecho. El Código Civil ahora regula esto y, salvo situaciones excepcionales, se presume la capacidad de las personas y se garantiza el goce de todos sus derechos fundamentales”, añadió Kraut.
Al igual que Kraut, Calmels aclaró -frente a algunas declaraciones erróneas- que “la Ley 26.657, de Salud Mental, en su capítulo VII, prevé las internaciones, planteadas como el último recurso cuando otras alternativas previas no dan resultado o cuando la situación se presenta y cobra una gravedad tal que no da tiempo a proponer alternativas previas”.
Las internaciones “pueden ser voluntarias o involuntarias. Las internaciones involuntarias solo se pueden dar cuando hay riesgos para sí o para terceros”.
Consultada sobre la evaluación de ese riesgo, Calmels afirmó que “lo debe hacer un equipo interdisciplinario de al menos dos personas, psicólogo y psiquiatra. Y tiene que haber un control en la legalidad de la medida, ya que se trata de una privación de la libertad de la persona para cuidar un bien mayor que es la vida”.
Además, resaltó que una internación “puede ser involuntaria al principio, pero a los días esa persona puede estar mejor y con mayor capacidad de comprender lo que sucede, y su propia internación puede pasar a ser voluntaria”.
Bentolila aseguró, por último, que “la Argentina tiene una trayectoria en el trabajo en salud mental muy grande” y destacó que “la respuesta pública ante diversas situaciones es enorme”.
La médica psiquiatra concluyó que, según se estima, el 29,1% de la población “atravesó en algún momento de sus vidas situaciones de salud mental que requirieron atención por parte del sistema de salud”, por lo que “nadie está exento”, pero que “con ayuda se puede salir adelante, solo hay que pedirla”.