viernes, noviembre 22, 2024
Golazo HDNacionales

Pablo Pérez, supercriticado por todos ¿Indulto o sanción?

Hinchas, parte de la CD y el cuerpo técnico le bajaron el martillo por su roja en el Súper. El dice que sólo quiso rechazar. 

Culpable. La mayoría de los hinchas, parte de la dirigencia y el cuerpo técnico ya le bajaron el martillo. Su increíble expulsión ante River, la segunda más rápida en la historia de los superclásicos, lo terminó de condenar. Pablo Pérez puso en riesgo su futuro en el club tras su insólito patadón a Eder Balanta. Para el Mundo Boca, el motivo principal por el que el equipo de Barros Schelotto no se impuso en juego y ni en resultado. Su roja, claro, condicionó el partido. Pero no sólo eso: también su continuidad. Si bien el Xeneize adquirió el 100% de su pase al Málaga (invirtió alrededor de un millón de euros) y le renovó el contrato hasta diciembre del 2019, son varios los que creen que su ciclo en la institución ya está cumplido. Varios directivos expresaron su descontento con la actitud del volante apenas finalizado el derby, el Mellizo no lo enterró pero tampoco lo defendió (“Que siga o no se verá en junio. Desconozco su situación contractual y cualquier análisis que haga será puertas adentro y lo hablaré con él o con el club)” y los lectores se expresaron a través de la web del diario: de más de 29.000 votantes, el 75% cree que el rosarino tiene que ser colgado. El resto, en cambio, optó por el indulto.

Pérez recibió el respaldo público de varios compañeros, pero íntimamente sigue dolido. Sabe que metió la pata -justamente- y que puede pagarlo caro, aunque por el momento nadie levantó el teléfono para comunicarle ningún tipo de decisión. De hecho, jura y perjura que su intención no fue golpear al colombiano, sino rechazar la pelota. Una teoría difícil de avalar, ya que en las imágenes se ve claramente la distancia que existe entre la bocha, a centímetros del piso, y el impacto, casi a la altura de la cintura. “En la tele se vio cómo Pablo fue a pedirles disculpas a Balanta y a D’Alessandro. Hizo un esfuerzo increíble para recuperarse del esguince que le provocó la patada de Videla, tenía el tobillo peor que Diego en Italia 90. Lo único que quería era llegar bien al superclásico. Mirá si iba a hacerse echar apenas empezado el partido y por semejante pelotudez”, confiaron desde el entorno del jugador, quien considera que, más allá de su error (pifiarle a la bocha, supongamos) igual las críticas son “desmedidas”.

Sus antecedentes, claro, no lo ayudan. Desde que llegó a Boca ya vio 19 amarillas y tres rojas en 40 partidos oficiales. Con Gago, Cubas y Bentancur lesionados, y Erbes lejos de su nivel, hoy sería una opción más que viable para ocupar un lugar en el medio ante Cerro Porteño, en Asunción. Sin embargo, Guillermo se tomará un tiempo para definirlo.

Si el fútbol fuera un videojuego, a Pablo Pérez cada vez le quedan menos vidas. ¿Game over?

Fuente: Olé.com

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