Otro funcionario de Cambiemos que genera polémica…
Se trata de Carlos Manfroni, nuevo subsecretario de Asuntos Legislativos del Ministerio de Seguridad. Mirá lo que opina sobre la democracia, el progresismo, el judaísmo y el rock.
Patricia Bullrich designó como nuevo subsecretario de Asuntos Legislativos del Ministerio de Seguridad a Carlos Manfroni, quien hace pocos días fue denunciado por persecución a los trabajadores del ministerio, por su “filiación política, sindical e ideológica”.
Manfroni escribió los libros “Montoneros, soldados de Massera” y “Los otros muertos: Las víctimas civiles del terrorismo guerrillero de los 70”, y además dirige una Fundación de Etica Pública y un curso en la Universidad Católica auspiciado por la embajada de Estados Unidos sobre reglas contra la corrupción. Asimismo, es columnista del diario La Nación.
Según cuenta el periodista Horacio Verbitsky en su columna de Página 12, Manfroni reclama mano dura por la “hiperinflación de inseguridad” y critica el criterio de la Corte Suprema sobre los crímenes de lesa humanidad. Además, Verbitsky asegura que durante la dictadura militar fue columnista en el mensuario “Cabildo”, en el que publicó distintas polémicas opiniones.
“La democracia y la libertad son productos de la hedionda Revolución Francesa, que para peor también fabricó el amor a la Humanidad, puro onanismo intelectual”, asegura Manfroni, quien agrega que “es una herejía pensar que la autoridad suba de abajo hacia arriba, mientras que, en la organización de la Iglesia, el poder desciende de arriba hacia abajo”.
A su vez, define al progresismo como “un infeccioso mal”, y asegura que “el progresismo lleva el estigma del temporalismo judaico y masónico”. Y agrega: “El materialista pueblo judío instruye a los hijos de Sión para consquistar el poder”.
Finalmente, critica fuertemente al rock al afirmar que “es el movimiento ‘artístico’ más subversivo, anticristiano, antimetafísico y contracultural de todos los tiempos”, cuyo “ritmo destemplado exacerba las pasiones contra el espíritu y crea un estado hipnótico en este lavado cerebral”, y por lo tanto “toda deformación de la cultura debe ser considerada subversiva y, como tal, erradicada”.
“La ‘filosofía’ del rock conduce al deseo desesperado de la muerte e induce al suicidio, como lo demuestran las letras de las canciones de Charly García, Spinetta y Moris. Ofrece la posibilidad de convertirse en un animal o un marica”, añade Manfroni. Asimismo, sostiene que “el rock es anticristiano y transmite mensajes satánicos, que pueden escucharse cuando se pasan al revés ciertas canciones, como ‘Congratulations’ de Pink Floyd”.
Y finaliza planteando que “uno de los máximos exponentes de satanismo es el grupo Kiss, cuyos integrantes se maquillan de una manera diabólica. ‘Todos ellos, como tantos otros, son homosexuales y drogadictos’”.