Otra vez, la “maldición” de Glee
La actriz que se puso en la piel de Santana desapareció el jueves y la policía local afirmó que la teoría más factible es que se haya ahogado en el lago donde encontraron a su hijo. Esta no es la primera tragedia que golpea al elenco de la exitosa serie juvenil creada por Ryan Murphy.
La actriz Naya Rivera, conocida por haber interpretado a Santana en Glee, está desaparecida hace más de 24 horas. La artista había ido con su hijo de 4 años al Lago Piru, cerca de Los Ángeles, pero la policía solo encontró al pequeño niño solo en un bote.
La policía que lleva a cabo la investigación cree que murió ahogada, según declaraciones del niño, y no consideran que existan esperanzas de encontrarla con vida.
Este trágico episodio de suma a la larga lista de hechos que golpearon al elenco de Glee, la exitosa serie juvenil creada por Ryan Murphy que cuenta la historia de un grupo de adolescentes apasionados por el teatro musical.
La misma Rivera había protagonizado un fuerte escándalo en 2017, cuando fue arrestada por violencia doméstica tras la denuncia de su marido y padre de su hijo, Ryan Dorsey. El esposo de la actriz la acusó de haberlo golpeado en la cara y en la cabeza, por lo que la artista tuvo que pagar una fianza de mil dólares. Finalmente, Dorsey decidió retirar los cargos y la pareja se divorció a los pocos meses.
Rivera también formó parte del grupo de actores de Glee que criticó duramente a la protagonista de la serie, Lea Michele, quien en los últimos meses fue acusada de haber tenido actitudes racistas y transfóbicas contra sus compañeros.
“Ella comenzó a ignorarme, y con el tiempo llegó a tal punto que no me dirigía la palabra. Lea y yo definitivamente no éramos las mejores amigas“, reveló Rivera en su libro, Sorry Not Sorry: Dreams, Mistakes and Growing Up, publicado años después de que finalizase la serie.
A esto se le suman dos dramáticos hechos que golpearon al elenco: la sobredosis de Cory Monteith, en el medio de la serie, y la denuncia de pedofilia y posterior suicidio de Mark Salling.
Cory Monteith, quien interpretaba a Finn Hudson, estuvo en pareja con Lea Michele durante varios años hasta que el actor murió de una sobredosis el 13 de julio de 2013 en Vancouver, Canadá. Según las pericias, había consumido heroína y alcohol.
En 2013 el actor fue denunciado por agresión sexual por su pareja de ese momento, a quien le pagó más de dos millones de dólares para no ir a juicio. Dos años más tarde, era detenido por tenencia de pornografía infantil. Pagó la fianza, pero en diciembre de 2017 se declaró culpable.
A Salling, de 35 años, le permitieron esperar su condena fuera de la cárcel. Dos meses luego de declararse culpable, el 30 de enero de 2018, su cuerpo sin vida fue encontrado colgado de un árbol cerca de su casa en el Valle de San Fernando, California.
Las muertes de Monteith y Salling y la desaparición de Rivera son sin dudas los tres hechos más relevantes en esta historia. Sin embargo, hubo otros tres momentos trágicos que golpearon a la serie.
Jim Fueller, asistente de dirección, murió en 2013 a los 41 años de edad. Las circunstancias de su muerte nunca fueron aclaradas pero todo indica que había sufrido un paro cardíaco. Había trabajado en series como Weeds, Monk y It´s Always Sunny in Philadelphia.
Becca Tobin, quien interpretó a Kitty Wilde en la serie, sufrió la muerte de su novio, el empresario Matt Bendik, en julio de 2014. El hombre, que tenía 35 años y era dueño de un boliche, murió en una habitación de hotel en Filadelfia. Al parecer, había sufrido un ataque al corazón.
Jesse Luken, quien se pusó en la piel de Bobby Surette en Glee, fue arrestado en marzo de 2019 por conducir borracho tras quedar involucrado en un accidente de auto en California. Finalmente, la justicia le permitió salir bajo fianza.