Nuevo escándalo de Centurión: pasó un semáforo en rojo y se negó a un control de alcoholemia
Una de las figuras de Racing, Ricardo Centurión, fue protagonista de un nuevo escándalo esta mañana cuando agentes de tránsito del Municipio de Lanús advirtieron que el jugador había pasado un semáforo en rojo.
Al ser consultado por Infobae, el secretario de seguridad del municipio, Diego Kravetz, relató cómo fueron los hechos: “Advertimos que un vehículo negro había pasado un semáforo en rojo poniendo en riesgo a un grupo de chicos que se dirigía al colegio y procedimos a interrumpir su marcha inmediatamente“.
Cuando los agentes frenaron al conductor, se encontraron con Ricardo Centurión, una de las figuras de la Academia de Avellaneda, quien se negó a ser sometido a un control de alcoholemia. Frente a esta actitud, las autoridades decidieron llevarse el auto del futbolista, quien no fue detenido.
El hecho se produjo a las 8:10 de este lunes en el centro de Lanús. Los testigos informaron que el deportista mantuvo una actitud violenta hacia los agentes y en el interior del automóvil BMW que manejaba había un fuerte olor a alcohol.
El de este lunes no es el primer escándalo de Centurión en la vía pública. Durante su paso por Boca, el jugador acumuló varios episodios conflictivos. En septiembre de 2016, chocó en Avellaneda y abandonó el lugar. Horas más tarde se presentó en la comisaría y confesó ser el responsable del accidente.
Durante la pretemporada, a comienzos del 2017, salió a la luz un polémico video. Las cámaras de seguridad del hotel en donde concentró Boca en la previa a un Superclásico que perdió 2-0 ante River, mostraron a Ricky enojado y violento en un pasillo.
En las imágenes, de unos 40 segundos de duración, el jugador se muestra enfadado y tiene que ser detenido a la fuerza por sus compañeros Santiago Vergini, Pablo Pérez y Darío Benedetto.
El hecho más grave que involucró al futbolista fue la denuncia que hizo su ex novia, Melisa Tozzi, por violencia de género. La joven acusó al jugador de agredirla físicamente y de amenazarla. “Me astilló tres dientes y me ahorcó”, dijo la mujer.