“No soy lo que me pasa ni lo que lo demás opinan de mí”
De regreso al periodismo, tras 5 años de noviazgo con Amado Boudou, Agustina Kämpfer responde a la entrevista en números, pero también se explaya sobre otros temas: su vida actual, el 18F, Cristina Kirchner…
Nació el día 15 de abril de 1981.
Tiene 33 años.
Su primer empleo fue a los 18 años, como camarera.
Su primer trabajo en un medio fue a los 21, en la revista Planeta Urbano: “Escribía unas columnas, me pagaban con vouchers”. Su primer trabajo remunerado fue en Canal 9, en el programa Zona de investigación.
Se define como una persona que vino a este mundo a descubrirse.
Sus hobbys: andar en roller, hacer yoga, meditar, pasar tiempo con su sobrino. También le encanta armar rompecabezas, hacer collages y pintar cuadros.
Una frase que la representa: “Soltar y confiar”.
Pesa 55 kilos, aunque confiesa que trata de no pesarse, y se pregunta “¿para que me sirve ese dato?, me fijo por la ropa, si me entra o no.”
El mejor día de su vida fue el 15 de abril del 81, el día que nació. El peor, el 11 de octubre de 2011, día de la muerte de su abuela.
A la hora de hablar de cantidad de amores, la periodista es contundente, “4”; afirma: “Mi ex y 3 más”.
5 años duró su relación Amado Boudou.
NUNCA PRESENTÓ UNA DENUNCIA, AUNQUE ADMITE: “ESTOY POR… PERO TODAVÍA, CERO”
¿Cuántas personas marcaron su vida? Lo piensa y responde: “Mis papás, mi ex novio, mi abuela, dos amigas y el director del Osho Meditation Center de México, Prem Dayal”.
Tiene una sola denuncia en su contra. Se la investiga por el supuesto enriquecimiento ilícito de su ex novio, el vicepresidente, Amado Boudou. En lo personal, nunca presentó una denuncia, pero admite: “Estoy por… pero todavía, cero”. Sería por calumnias e injurias. No quiso decir contra quién.
La periodista prefiere no revelar su sueldo actual. Sobre la jubilación mínima, cree que ronda los 4.000 pesos. Un café en su barrio cuesta entre 15 y 20 pesos. De la tarifa del colectivo y el litro de nafta, no tiene ni idea, dice.
El 16 de febrero, Kämpfer volvió a la TV como panelista invitada de Intratables. El programa tuvo gran repercusión en el público, con picos de más de 8 puntos de rating.
-¿Cómo fue tu regreso a los medios?
Vertiginoso, apasionante y muy vivo, que es lo que busco siempre. No es un regreso fácil por cosas de público conocimiento. Pero a la vez, cuando las cosas representan un desafío, me siento más cómoda, por más que el desafío sea intenso y acarree ciertas complicaciones. Si hay un desafío, me siento mejor.
-¿Cómo manejás las críticas?
Trato mucho de despersonalizarme, tanto para lo bueno como para lo malo. Porque “no soy lo que me pasa ni soy lo que lo demás opinan de mí”, ni para bien, ni para mal. No hablo sólo de cuando algo no me copa. Creo más en construirme de adentro hacia afuera que al revés. Lo tomo a todo hasta cierto nivel, porque vos me decís una cosa, el señor tal me dice “no se cómo hacés”, y el señor de al lado me dice lo menos… ¿Y quién soy? ¿Lo que dice quién? Soy lo que está acá. Lo que me llega, lo tomo, lo agradezco, lo bueno y lo malo, pero yo me construyo desde otra visión, que es la mía, que tiene que ver con cómo yo tomo las cosas que vivo y no con lo que vivo particularmente.
“LA PERSONA QUE ME ACOMPAÑE TIENE QUE SER CREATIVA, VALIENTE, CERO ENROSCADA”
-¿Qué tiene que tener un hombre para romperte la cabeza?
No sé bien por qué motivo, pero la gran mayoría de los amores de mi vida -grandes o pasajeros- siempre tuvieron una fuerte conexión con la música. La persona que me acompañe tiene que ser creativa, por encima de muchas otras cosas. Tiene que sentir pasión por la vida, ser valiente, cero enroscado y, definitivamente, tiene que saber darme mi espacio. Soy bastante solitaria, desapegada, y admiro a las personas que se plantan en su individualidad. No creo en formar uno entre dos, ¡de ninguna manera! Me encantan las parejas que a simple vista no tienen nada que ver. Siento que comparten algo inexplicable a los ojos de los demás, y amo esa mística. La caballerosidad también es fundamental, soy súper old school con respecto a eso.
-¿Qué opinás de la marcha del 18 F?
Fue una marcha que se desarrolló en democracia, con legitimidad y con el justo reclamo general y personal.
-¿Fuiste?
No. Me hubiera encantado ir si la marcha hubiera sido pedirle solamente a la Justicia que se esclarezca la muerte del fiscal Nisman, pero envolvía también otros reclamos que no me representan, por eso no fui.
Y desprendo algo de la carta que escribió la Presidente en su Facebook en la que trazó un paralelismo: “Es como si ministros del Poder Ejecutivo marcharan reclamando una mejor gestión de Gobierno”. Me parece acertadísimo el paralelismo, francamente. Agradezco a los argentinos y a este Gobierno que manifestaciones tales puedan darse en tanta democracia.
“FUI A LA PLAZA (DEL CONGRESO) Y SENTÍ EL ÁNIMO DE FIESTA Y LA GRATITUD DE LA MULTITUD POR TODOS ESTOS AÑOS”
-¿Qué te pareció el discurso de Cristina del 1M?
El discurso presidencial en la apertura de sesiones fue, por sobre todas las cosas, muy valiente, tal es el estilo de la Presidente. De las casi cuatro horas de exposición, uno de los momentos de mayor significado y mayor tensión a la vez fue cuando reclamó Justicia por los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA. Han pasado añares en ambos casos y no hay una sola sentencia, no hay culpables, sólo sospechas, ¡pero los carteles se los clavan a ella, de no creer! Fui a la plaza y sentí el ánimo de fiesta y la gratitud de la multitud por todos estos años de avances cívicos, económicos y sociales. La lluvia me pareció un agregado de purificación, fue épico.
-¿Cómo ves a Cristina hoy, a 10 meses de irse?
Fuerte, como siempre; decidida, como siempre; atacada, como siempre; tal vez hoy más atacada que nunca, no se si más que nunca, pero creo que éste es uno de los más altos en la historia de picos de ataques que ella ha recibido.
-¿Hablas con ella?
No.
-Si pudieras decirle algo, ¿qué sería?
Gracias por todo.
Fuente: Infobae.com
